Economía

Fedea advierte: hacer permanentes los impuestos a banca y energéticas prueba que son una "multa" a los sectores

Subraya que su introducción con carácter temporal se había justificado apelando a la existencia de beneficios extraordinarios en estos sectores

A Fedea le resulta "llamativa" la decisión de convertir en permanentes los gravámenes sobre la banca y las energéticas, "cuya introducción con carácter temporal se había justificado apelando a la existencia de beneficios extraordinarios en estos sectores". Así lo advierte este jueves en un nuevo número de su Boletín centrado en el análisis de la actual situación económica y de la respuesta a la crisis de precios causada por la invasión de Ucrania. Hacerlos permanentes, con independencia del nivel de beneficios, "supone admitir que estamos en realidad ante multas ad hoc a determinados sectores, en vez de ante impuestos en el sentido habitual del término, pues estos deberían gravar la capacidad económica de acuerdo con reglas uniformes para todos".

En noviembre de 2022, Fedea consideró que los impuestos a banca, energéticas y ricos suponían un "precedente muy preocupante" por "arbitrarios" y avisó de que permitirán a cualquier futura mayoría asignar a dedo a sectores (o incluso agentes) cargas fiscales significativas, "dejando en papel mojado el principio constitucional de igualdad".

El Ejecutivo ha anunciado que los impuestos a banca y energéticas serán permanentes, como recoge el pacto de investidura entre el PSOE y Sumar, cuando está retirando ya ayudas tomadas para que los hogares puedan hacer frente a la fuerte subida de los precios de los productos y servicios básicos. Pero lo está haciendo de forma gradual.

En este sentido, Fedea insiste en que muchas de estas medidas son a su juicio "cuestionables. Las subvenciones directas o implícitas a los combustibles y la electricidad desincentivan el necesario ahorro energético, mientras que las ayudas que se aplican de forma universal, en lugar de limitarse a los colectivos que realmente las necesitan, generan un elevado peso muerto y elevan. innecesariamente el gasto".

A esto se añade el contexto actual de reactivación de las reglas fiscales, en el que Fedea alerta del "previsible incremento del gasto neto debido a estas decisiones puede complicar el cumplimiento del objetivo de déficit del 3%, que de acuerdo con las previsiones del Gobierno en los recientes Plan Presupuestario y Plan de Reequilibrio, se cumpliría por los pelos en 2024 suponiendo la retirada inmediata y completa de estas medidas (con la excepción de las ayudas al transporte)".

En esta línea cree que habría que considerar también los compromisos de gasto adicional adquiridos en los recientes pactos de investidura y los que podrían derivarse de la negociación de los Presupuestos de 2024 en la complicada situación política actual.

Prudencia con los datos de empleo

Los impuestos a banca y energéticas se han creado en un contexto de un "sorprendentemente robusto crecimiento en 2021 y 2022 de los ingresos tributarios", lo que liga a la inflación. El informe constata que el ejercicio se ha cerrado con la inflación general en torno al 3% y la subyacente en el 4% tras una bajada de unos tres puntos desde el comienzo del año. La moderación de la inflación, su vez, ha generado expectativas de un cambio de ciclo en la política monetaria que ha permitido la estabilización de los tipos de interés en la segunda mitad del año e incluso un modesto giro a la baja en su parte final. "La recaudación tiende por lo tanto a estabilizarse", reseña.

Sobre la evolución del empleo, el Boletín apunta que ha sido, como la de la economía española, mejor de la esperada, aunque señala que "una lectura cuidadosa de los indicadores disponibles y las limitaciones de los datos existentes, especialmente sobre los trabajadores con contratos fijos discontinuos, apuntan a la necesidad de una cierta prudencia".

Así, mientras que las afiliaciones a la Seguridad Social se sitúan en el cuarto trimestre de 2023 un 8,3% por encima del nivel prepandemia, las horas trabajadas sólo han aumentado en un 1,8%. En la misma línea, destaca que mientras que el paro registrado se ha reducido en 460.000 efectivos entre diciembre de 2019 y diciembre de 2023, el paro efectivo (en el que se incluyen los trabajadores con contrato fijo discontinuo que se han inscrito en el SEPE como demandantes de empleo) prácticamente no ha variado.

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