El Grupo de Trabajo designado en la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) para estudiar posibles medidas ante la crisis del coronavirus ha propuesto en su último informe tributario que se añada un "coronarrecargo" en el IRPF y se apruebe una subida temporal del IVA.
"Consideramos que la medida tributaria más justa y sencilla sería un recargo en el IRPF, que es un impuesto general y progresivo y con buenas propiedades de estabilización automática. Se trataría de un recargo extraordinario, por un tiempo limitado, en función de la consecución de los objetivos de reequilibrio de nuestras finanzas públicas (....) Algunos miembros de esta Comisión sostienen que la actuación con el IRPF podría complementarse con la elevación, también temporal, del IVA", recogen en el documento.
Según recogen en su análisis, los economistas Julio López Laborda, Jorge Onrubia, José Ignacio Conde Ruiz y Alicia Coronil -entre otros autores-, la duración de este recargo en el tiempo debería fijarse previamente, "lo que puede contribuir a asentar las expectativas de los agentes económicos" aunque siempre sería posible extenderlo posteriormente si es necesario.
Reconocen, sin embargo, que "su principal inconveniente es que induciría comportamientos de planificación fiscal en el IRPF no deseables", para intentar tributar lo mínimo posible.
La suerte que cada uno corra a consecuencia de la pandemia se reflejará en su renta y, por tanto, en el recargo a pagar"
El Gobierno podría elegir entre distintas fórmulas para diseñarlo: "puede ser fijo o creciente, sobre la base, la cuota o la diferencia entre ambas".
Recaudación adicional de 5.000 millones al año
Con este sistema, Fedea estima que el Estado podría recaudar unos 5.000 millones de euros al año adicionales y su coste de gestión sería prácticamente nulo, "al articularse dentro del proceso de liquidación del IRPF".
Este "coronarecargo" en el IRPF sería temporal, vigente hasta que España consiga corregir el déficit público, pero al mismo tiempo el país tendría que avanzar en una reforma fiscal estructural que permanezca en el tiempo. En este sentido, Fedea recomienda que se ensanchen las bases del IRPF, el IVA y el Impuesto de Sociedades mediante la eliminación de beneficios fiscales.
Proponen también que se elimine el régimen de estimación objetiva (por módulos) de los rendimientos de actividades económicas en el IRPF y el régimen simplificado de IVA, ya que "favorecen el fraude, introducen distorsiones, desincentivan el crecimiento del tamaño de las empresas y atentan contra el principio de equidad", apuntan.
Contar con las CCAA
Piden que las reformas tributarias se lleven a cabo en coordinación con las comunidades autónomas, "lo que no se ha hecho hasta ahora".
Respecto al Impuesto sobre Sociedades, consideran que no debe "aumentar la presión fiscal efectiva sobre las sociedades", sino "aproximar el impuesto lo más posible a un impuesto neutral, correctamente integrado con el IRPF y con una atribución equitativa de su recaudación entre países".
Son partidarios también de integrar el IRPF y el Impuesto sobre el Patrimonio para evitar que sean "confiscatorios", reformar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones -que lleva desde finales de los 80 sin cambiar-, y aproximar los impuestos sobre bebidas alcohólicas, tabaco y combustibles fósiles a los de la Unión Europea.
Tanto las medidas de impuestos temporales como las permanentes son complementarias con una mejora de la eficiencia del gasto público, recuerdan los expertos: "las medidas tributarias (...) son compatibles
con las que se puedan adoptar en materia de racionalización del gasto público. Tenemos que mejorar la eficiencia de nuestro sistema fiscal, pero debe ir acompañada de una mejor gestión y racionalidad del gasto público".
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