La secuencia del rescate bancario comenzó en máximos. "El rescate a la banca no costará un euro a los contribuyentes". Incluso el propio Luis de Guindos, autor de esta entusiasta cita en el verano de 2012, ha ido diluyendo el optimismo. "El Estado recuperará la mayor parte de las ayudas", dijo después. Para acabar plegándose a la realidad. "Algún día volveré al Congreso para explicar la verdadera situación de Catalunya Caixa, que sí es lo peor de lo peor". Esta metamorfósis en el discurso dialéctico del titular de Economía se ha trasladado a todos aquellos que han tenido alguna responsabilidad directa en la reestructuración del sector financiero. Fernando Restoy, presidente del FROB, además del subgobernador del Banco de España, se resigna a que el Estado pierda 40.125 millones del dinero público inyectado a las entidades nacionalizadas.
Esas cifras representan la factura actualizada para el Estado, incluyendo las previsiones de ingresos que maneja el fondo de rescate tras la venta de sus participaciones en Bankia (63%) y BMN (66%). Así, el paquete del FROB en Bankia tiene un precio de mercado de 9.272 millones (según cierre de cotización del pasado lunes), mientras que la participación en la entidad presidida por Carlos Egea cuenta con un valor en libros de 1.593 millones. "Evidentemente, si persiste la recuperación económica, se podrán superar esas cantidades en el momento de la desinversión", explicó Restoy, este martes, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados para hablar de las últimas actuaciones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Sobre la futura desinversión en estas dos entidades, el subgobernador explicó que "en este momento hay cierta inestabilidad en el mercado (el precio de la acción de Bankia está por debajo del 1,51 euro al que se vendió el primer paquete) y es prudente esperar algo. Todavía es prematuro decir si hay que esperar hasta final de año para realizar esta venta". "No tentemos la espada de Damocles para la venta", prosiguió Restoy, "tenemos más margen de maniobra (frente a Novagalicia y Catalunya Caixa). Nos da más tiempo para estudiar la situación del mercado de forma más detallada".
Precisamente, el presidente del FROB, hasta que sea sustituido en próximas fechas por Jaime Ponce, actual director general del fondo, abrió, por primera vez, la posibilidad del debate sobre la premure de las desinversiones en las nacionalizadas catalana y gallega. "Es opinable si esperando más podríamos haber conseguido un mejor precio con Catalunya Caixa y Novagalicia", reflexionó Restoy, ante las múltiples críticas vertidas por el escaso retorno del Estado en estas operaciones.
Hasta la fecha, sin contar estos futuros ingresos por Bankia y BMN, el Estado firma unas pérdidas netas de 51.000 millones de los 56.181 millones de dinero público que se inyectó a las entidades entre suscripción de instrumentos de capital y las diversas garantías otorgadas a los compradores de Novagalicia, Catalunya Caixa y Novagalicia.
El Gobierno ha logrado recuperar un total de 1.884 millones, principalmente con la devolución anticipada de los bonos de Liberbank y el reembolso de la ayuda a Banca Cívica realizada por CaixaBank, cercana a 1.000 millones. Además, el número uno del FROB ha calculado que en un plazo muy corto se recuperarán otros 3.092 millones, en las que ha definido como "recuperaciones previstas". Esta cifra se corresponde, fundamentalmente a la venta de Catalunya Caixa a BBVA, que se debería materializar en los próximos meses. En su discurso ante la Comisión, Restoy ha dicho que la venta de la cartera hipotecaria minorista de la entidad catalana a Blackstone y la venta de la propia entidad a BBVA han tenido un beneficio conjunto para el FROB de 328 millones, una vez descontado el valor de las garantías otorgadas. BBVA pagó por la entidad catalana 1.187 millones (sin descontar las garantías).
Otra parte de las recuperaciones previstas procede de la venta del 7,5% de Bankia realizada en febrero de 2014, por la que BFA ingresó 1.304 millones. Este dinero está todavía en manos de la matriz de Bankia, aunque hay que recordar que BFA pertenece integralmente al FROB.
El Estado, así, se ha dejado 11.722 millones con Catalunya Caixa, 8.269 millones en Novagalicia Banco, 5.498 millones en Banco de Valencia, 5.249 millones en la CAM, 953 millones en Unnim, 525 millones en Ceiss, 363 millones en BMN y 235 millones en Banco Gallego. Las cantidades de la CAM y Unnim, con todo, se las endosó después al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), con lo que las han tenido que asumir los ahorradores a través de las cuotas que los bancos pagan a ese fondo por sus depósitos.
No se trata, con todo, de la factura total del rescate bancario. El FGD y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se han comprometido a asumir pérdidas por carteras de activos que hoy se espera que alcancen los 7.888 millones pero que posiblemente serán superiores. A cierre de 2013, el coste de los EPA de CAM, Unnim y CMM asciende a 13.883 millones, según fuentes del FGD. Un año después, tras todas estas actualizaciones, la cifra puede incrementarse hasta los 17.175 millones. Y queda por ver qué sucede con los 2.192 millones inyectados en la Sareb, entre otros asuntos.
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