La firma italiana Ferrari finalizó el año pasado con un beneficio neto de 609 millones de euros, lo que supone una disminución del 13% en comparación con un año antes, mientras que sus matriculaciones mundiales cayeron un 10%, hasta 9.199 unidades, según datos publicados este martes por la empresa.
Ferrari explicó este retroceso tanto de las ventas como del beneficio por las medidas de control de la movilidad destinadas a contener la expansión del coronavirus, que motivaron la suspensión de la producción de sus instalaciones durante varias semanas.
La cifra de negocio de la marca de Maranello en los doce meses alcanzó los 3.460 millones de euros, lo que representa una bajada del 8% en la comparativa con los 3.766 millones de euros que ingresó en el ejercicio anterior.
Asimismo, la compañía finalizó el ejercicio pasado con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 1.143 millones de euros, un 10% menos, mientras que el beneficio operativo se redujo un 22%, hasta 716 millones de euros.
En el último trimestre de 2020, la firma del 'cavallino rampante' logró un beneficio neto de 263 millones de euros, un 58% de subida, al tiempo que sus ventas crecieron un 13%, con 2.679 unidades, y sus ingresos trimestrales aumentaron un 15%, hasta 1.069 millones de euros.
De cara al ejercicio que acaba de comenzar, Ferrari estima lograr un volumen de negocio de unos 4.300 millones de euros, un 23% más que en 2020, al tiempo que su previsión de beneficio operativo oscila entre los 970 y los 1.020 millones de euros.
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