El mundo es cada vez más virtual y para muestra, un botón del FIFA. El clásico de los videojuegos apunta a cerrar el ejercicio 2021 acercándose a la barrera de los 1.000 millones de dólares de facturación, lo que le pone al nivel de negocio de su homólogo real.
La cifra equivale al objetivo de facturación que tiene la Federación rectora del fútbol mundial para el ciclo covid (2020-2021). El presupuesto precovid (6.440 millones de dólares en cuatro años) se ha visto duramente golpeado por la pandemia, hasta el punto de que el ente suizo solo ingresó 266 millones en 2020. Ahora, prevé ingresos por 742 millones para 2021 y volver a relanzarse en 2022 con su gran activo, el Mundial.
La FIFA asiste a un estancamiento de sus ingresos que va más allá de la pandemia. Su objetivo para el ciclo de 2019/2022 apenas mejoraba los ingresos anteriores
En la situación opuesta está la productora californiana del FIFA y de un puñado de otros clásicos a nivel mundial, Electronic Arts, que acaba de cerrar su segundo trimestre fiscal con ingresos de 1.830 millones de dólares, un récord histórico.
Fuentes del mercado destacan al FIFA como motor de ese trimestre inédito de la productora. Pese a la pandemia, la compañía apunta a facturar, entre marzo de 2021 y 2022, el 85% de lo que la FIFA real había presupuestado ingresar, antes de la pandemia, entre 2019 y 2022.
El FIFA protagoniza los nuevos ingresos
Según se desprende de las últimas cuentas de Electronic Arts, un tercio de sus ingresos proviene de los modos Ultimate Team para videojuegos deportivos -los jugadores reales compiten con monedas virtuales por armar y triunfar con sus equipos-.
La mayoría de los ingresos de EA por este modo proceden de su juego estrella de fútbol, el FIFA, remarca Sergio Ávila, analista de mercados de IG Group, si bien la productora no desglosa lo que aporta cada uno de sus videojuegos. En sus cuentas, la compañía declara que una parte "sustancial" de sus ingresos netos por Ultimate vienen del FIFA.
La facturación neta por este segmento creció cerca de un 20% entre 2019 y 2021. A lo anterior hay que sumarle los retornos por la venta en sí del videojuego, lo que proyecta el negocio del FIFA hacia los 1.000 millones este año.
No debería sorprender por tanto la actual 'pugna' entre la compañía californiana y los de Gianni Infantino por la explotación de los derechos de la marca FIFA. El contrato actual de EA con los suizos expira el próximo año, justo después del Mundial de Catar. El ente afincado en Ginebra reclama un aumento sustancial del pago por sus derechos -hasta unos 250 millones anuales-, frente a los 150 millones que cobra actualmente como informó The New York Times-.
La FIFA asiste a un estancamiento de sus ingresos que va más allá de la pandemia. Su objetivo para el ciclo de 2019/2022 (6.440 millones) apenas mejoraba los ingresos anteriores (6.421 millones en 2015/2018). En el período 2011-2014, sus ingresos subieron un 36,5%, mientras que en el 2015-2018, solo en un 15%. En el mismo tiempo, la facturación anual de Electronic Arts ha crecido de forma constante, hasta duplicarse.
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