Crecen los ocupados que trabajaron cero horas en la semana inmediatamente anterior, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) les pregunta. A día de hoy hay un tercio más que en 2019, una vez superado el bache de la pandemia que, obviamente, hizo crecer de manera exponencial e inusual la cifra, con un 330% más de personas en el peor momento del confinamiento (segundo trimestre de 2020).
En concreto, en el cuarto trimestre de 2022, último periodo disponible de la Encuesta de Población Activa (EPA) que realiza el INE, no trabajaron en la semana de referencia 1,94 millones de personas, mientras que en el mismo periodo de 2019 no lo hicieron 1,45 millones de trabajadores. Es decir, hay casi medio millón de personas más que dicen haber trabajado cero horas en la semana anterior de la entrevista.
Se podría pensar que el motivo de que crezcan es, a su vez, el crecimiento de la población ocupada. A cierre de 2022 había 20,46 millones de personas, según la EPA, frente a los 19,97 millones del cuarto trimestre de 2019. Sin embargo, proporcionalmente han crecido más aquellos que no trabajaron ni una hora en la semana de referencia. Ahora su peso sobre el total de los ocupados es del 9,5%, frente al 7,3% que representaban en 2019.
Este asunto fue destacado por fuentes de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en un encuentro esta semana con la prensa. El organismo independiente apuntó a la caída en el número de horas, con un crecimiento de aquellos que trabajan cero horas a la semana o entre una y 19 horas, y un descenso de los que lo hacen de 40 a 49.
La pregunta es, ¿a qué se debe esta situación una vez superada la anomalía de la pandemia? Gregorio Izquierdo, expresidente del INE y actual director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), explica que el aumento en el número de ocupados que no han trabajado obedece a varios motivos.
Por un lado, apunta que "en los últimos años se ha producido un anómalo aumento de las bajas por Incapacidad Temporal (IT) que, probablemente, se debe al envejecimiento de nuestra fuerza de trabajo en un contexto de mayor flexibilidad en la concesión de bajas médicas tras lo vivido tras la Covid".
El INE pregunta el motivo de haberse ausentado de su trabajo: vacaciones, permiso por nacimiento de hijo, enfermedad o incapacidad temporal, paro parcial por razones técnicas o económicas, regulación de empleo, huelga o conflicto laboral, otros motivos, no sabe o no clasificable. La mayoría señala "vacaciones" (un 47% del total) y "enfermedad" (41%).
"El aumento de los ocupados que no han trabajado por vacaciones puede que se deba a la importancia creciente de los trabajadores fijos discontinuos que por definición no trabajan todo el ejercicio y que pueden autoclasificarse como 'vacaciones' en los periodos que no están activados", explica Izquierdo.
La de los fijos discontinuos es la modalidad indefinida que más ha crecido con la reforma laboral. Este tipo de contrato se caracteriza por la intermitencia en el trabajo: el empleador puede desactivar a sus empleados (dejándolos sin trabajo ni sueldo) en los periodos de menos carga de trabajo. Según las cifras oficiales del SEPE (un registro diferente al de la EPA), a cierre de 2022 había cerca de medio millón.
La cuestión es cómo se clasifican estos fijos discontinuos en la EPA. Al ser una encuesta, dependerá de las respuestas que den los trabajadores y cómo se consideren a sí mismos. En todo caso, cuando el INE constata que no han trabajado en la semana de referencia y no realizan regularmente tareas relacionadas con su empleo, se les considera 'no ocupados', para después clasificarles como 'parado' o 'inactivo'.
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