Economía

Los fijos discontinuos trabajan menos horas semanales que la mayoría de los temporales

BBVA Research recomienda que se favorezcan las conversiones de contratos temporales en indefinidos ordinarios en lugar de en fijos discontinuos para incrementar la intensidad en el empleo

Los ocupados con contratos fijos discontinuos trabajan menos horas semanales que los temporales por obra y servicio, los temporales estacionales y los temporales por circunstancias de la producción. En estas tres categorías se encuadra la mayoría de los empleos temporales, con los que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pretende acabar a través de su reforma laboral para reducir la precariedad.

En el periodo 2007-2022 los fijos discontinuos trabajaron un 3,9% menos de horas a la semana que los temporales por obra y servicio, un 3,2% menos que los temporales estacionales, y un 1,8% menos que los temporales por circunstancias de la producción, según los cálculos de BBVA Research.

De esta forma, en un informe publicado este jueves, el servicio de estudios de la entidad financiera concluye que "la intensidad en el empleo de los fijos discontinuos es incluso menor que la de buena parte de las modalidades de contratación temporal". Y, precisamente, los fijos discontinuos se han convertido en la figura 'estrella' de la reforma laboral.

En el primer año de la reforma laboral los afiliados con un contrato fijo discontinuo se han disparado un 114% (791.767 en enero frente a los 370.784 de 2021), mientras que en términos relativos el crecimiento de los afiliados con contrato fijo a tiempo completo ha sido muy inferior, de un 16% (8,96 millones en enero de este año frente a 7,73 millones en 2021).

Sin embargo, es ese el empleo de mayor calidad, pues los indefinidos ordinarios trabajan más horas que el resto de ocupados por cuenta ajena. En los últimos 15 años los indefinidos ordinarios trabajaron un 11% más de horas que los fijos discontinuos, según BBVA Research. El contrato a tiempo parcial explica las diferencias de jornada laboral entre fijos discontinuos e indefinidos ordinarios.

En este sentido, el servicio de estudios de la entidad financiera recomienda que se favorezcan las conversiones de contratos temporales en indefinidos ordinarios en lugar de en fijos discontinuos para incrementar la intensidad en el empleo, sobre todo a tiempo completo.

Sobre el impacto de la reforma laboral en la jornada, en BBVA comentan que "dado que flexibiliza el contrato fijo discontinuo y aumenta la protección al empleo del contrato temporal (y, por tanto, su rigidez), la evidencia empírica sugiere que puede incrementar las horas semanales trabajadas por los fijos discontinuos y reducir las trabajadas por los temporales".

Sin embargo, los resultados de BBVA Research indican que "hasta el momento, la reforma laboral no parece haber modificado las diferencias en jornada laboral entre tipos de contrato". Es decir, que apenas ha cambiado la brecha de horas trabajadas de los fijos discontinuos y los temporales respecto a los indefinidos ordinarios.

"Tan solo se observa un efecto negativo sobre la jornada laboral de los trabajadores temporales estacionales a tiempo parcial en el cuarto trimestre de 2022, probablemente causado por las rigideces impuestas a esta modalidad contractual frente a la fija discontinua", comentan los autores del informe de BBVA Research.

Los fijos discontinuos y el paro

El fijo discontinuo da más seguridad al trabajador que una sucesión de contratos de muy corta duración puesto que en todo momento mantiene su contrato y tiene derecho a una indemnización por despido mayor; pero, como evidencia el informe de BBVA Research, también puede suponer que acabe trabajando menos horas que en un contrato indefinido al uso, con un impacto negativo en la remuneración anual.

El contrato fijo discontinuo permite al empresario 'desactivar' al trabajador en los periodos de menor carga de trabajo, dejándole sin empleo y sueldo. Durante este periodo, siempre y cuando haya cotizado lo suficiente, el empleado puede recurrir a la prestación por desempleo. Sin embargo, pese a todo esto, el SEPE nunca ha contabilizado a este trabajador como parado en sus estadísticas.

Al haber crecido tanto esta figura, algunos analistas y servicios de estudios han alertado de que los datos de paro están "distorsionados" y han forzado al Gobierno a comprometerse a detallar el dato de fijos discontinuos 'parados'. No obstante, casi dos meses después, aún no se ha publicado esa información.

Esto ha llevado a BBVA Research y Fedea a crear un nuevo indicador, denominado "paro efectivo". Si se hubieran sumado los fijos discontinuos inactivos deducibles de las estadísticas, en enero se habría regresado a la cifra de los 3,5 millones de parados (frente a los 2,9 millones que comunicó Trabajo).

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