FiLIP, el reloj para niños que permite su localización en todo momento, no ha resultado ser el éxito que muchos pronosticaron para el dispositivo cuando hace un año fue presentado en Barcelona, en el Mobile World Congress.
La compañía creadora del aparato, la estadounidense FiLIP Technologies, se acogió la pasada semana a la ley de quiebras estadounidense. Telefónica comenzó a vender el reloj en España en septiembre de 2015 tras alcanzar un acuerdo con la empresa fabricante. Sin embargo, desde enero ya no es posible encontrarlo en el país.
La empresa fabricante tiene una deuda de 10 millones y negocia la entrada de un inversor
El reloj, además de indicar el día y la hora, permite "a los adultos tener la tranquilidad de poder estar en contacto con sus hijos siempre que quieran y conocer su ubicación", explicó Telefónica en la presentación de FiLIP. "Esta es la primera vez que se lanza en el mercado español un teléfono-reloj que permite la comunicación bidireccional entre padres e hijos, así como su localización. Es un dispositivo idealmente pensado para aquellos padres que quieren estar en contacto con sus hijos pequeños, y beneficiarse de un sistema sencillo de localización", indicó.
Desde la compañía se ha explicado a Vozpopuli que no era intención del grupo sumar el artículo a su catálogo, que se testó en el mercado y que el resultado ha sido limitado. El dispositivo sólo era posible adquirirlo en tiendas Movistar. Quizá el precio de FiLIP sea una de las causas por las que no ha terminado de triunfar.
El precio del aparato era de 135 euros, más una cuota mensual de servicio de 12 euros que incluía 150 minutos de voz y 50 MB de bono de datos para localizaciones. La operadora española ofrecía financiar la compra del reloj inteligente a 12 o 24 meses sin intereses.
Para poder hacer efectivo el funcionamiento de FiLIP, los padres o tutores del niño que lo portara debían tener un Smartphone con sistema operativo IOS o Android, y descargarse la APP de FiLIP desde Google Play o Apple Store. Una vez instalada la aplicación, el adulto tenía que establecer los cinco contactos de confianza con los que el menor pudiera comunicarse. El niño podría hacer llamadas a esos teléfonos y recibir llamadas y SMS (24 caracteres) de los cinco números predefinidos. Los adultos además podían establecer zonas seguras de forma que recibirían una alerta si el niño abandonara las áreas delimitadas.
En su web la compañía estadounidense explica que Sten Kirkbak, su fundador, ideó el aparato cuando durante media hora perdió a su hijo de tres años en un centro comercial. El diario The Wall Street Journal publicó que la compañía se ha acogido a la ley de quiebras con una deuda de 10 millones de euros, y que negocia la entrada de un inversor.
Sean McGowan, analista de la industria juguetera, comentó al diario sobre FiLIP que probablemente "nunca haya sido más fácil hacer un producto así, y también es probable que nunca haya sido más difícil venderlo con éxito". El analista indicaba que las empresas que lanzan artículos tecnológicos para menores no lo tienen fácil para anunciarlos, y que por otro lado los consumidores se han acostumbrado a la gratuidad de artículos relacionados con la telefonía móvil y las tabletas.
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