Las fintech ya son una amenaza real para la banca tradicional: participarán dando créditos a la industria cultural. Es la primera vez que sucede algo así. Una acción que se enmarca dentro del plan aprobado por el Ministerio de Cultura por el cual se repartirán 78 millones de euros para evitar la caída del sector, castigado como muchos otros por el coronavirus.
MADFintech, la plataforma madrileña que aglutina a más de un centenar de empresas del sector, será, además de los bancos, quien facilite los préstamos. "Hablamos de unos 100 millones de euros aproximadamente, la misma cantidad que repartirán en créditos cada una de las entidades financieras incluidas en el plan", explican a Vozpópuli fuentes cercanas al Ministerio de Cultura vinculadas al proyecto. MADFintech fue presentada el pasado mes de febrero por la concejal madrileña Begoña Villacís. Está formada por diversas empresas fintech de la banca y los seguros, y su objetivo es convertirse en una referencia del sector a escala nacional e internacional, algo que comienza a suceder en el sector fintech madrileño, que ha mejorado mucho las cifras de captación de inversión.
La capilaridad y agilidad de las fintech, consideradas como tales aquellas organizaciones de la industria financiera desarrolladas con un alto componente tecnológico, será capital para "que las ayudas lleguen en tiempo y forma a pymes y micropymes", aseguran las mismas fuentes.
Las condiciones son de entre 20.000 y 100.000 euros de crédito por empresa, con un interés de euribor+1,5% y una comisión de apertura del 0,5%
El sector cultural está formado en torno a un 95% por pymes de pequeño tamaño y micropymes de uno o dos trabajadores, involucradas en ámbitos tan distintos como la traducción, soporte de audio, casting, catering... Desde el Ministerio de Cultura se ha hecho hincapié en la necesidad de que el dinero llegue cuanto antes a las empresas que lo necesiten.
El hecho de incluir las fintech en el reparto de los créditos dimensiona la capacidad de otorgar la financiación. "Las fintech tienen una capilaridad y agilidad muy grande, pueden llegar allí donde las grandes entidades financieras no pueden hacerlo", asegura nuestra fuente.
Sobre el papel, todos ganan
El proyecto se articula en torno a tres ejes: Gobierno (Ministerio de Cultura), Crea SGR (la Sociedad de Garantía Recíproca) y los bancos y fintech.
El papel del Gobierno es avalar el 100% de los préstamos que se otorguen, cantidad que según las mismas fuentes quedará asegurada con unos 20 millones de euros. El papel de Crea SGR es dar el visto bueno a cada una de las empresas que deseen obtener crédito, mientras los bancos y fintech serán las encargadas de conseguir el dinero para prestarlo.
Las condiciones son de entre 20.000 y 100.000 euros de crédito por empresa, con un interés de euribor+1,5% y una comisión de apertura del 0,5% (mismos costes para Crea SGR). El plazo de pago es de hasta cuatro años y la carencia se ha fijado en 18 meses.
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