Rodrigo Rato ha terminado la segunda sesión de su interrogatorio en plena forma, crecido. Todo gracias a su defensa, que hasta el momento está siendo inquebrantable. La fiscal Carmen Launa no sabe por donde hacer un agujero a los argumentos del expresidente de Bankia.
Y es que a cada punto conflictivo, el acusado busca un atajo por el que salir. Según Rato, el Banco de España y la CNMV han tenido la culpa de todo. O eso es lo que se desprende de sus palabras.
Dos han sido los puntos claves de estas sesiones y que el acusado ha sabido salvar. El primero se dio el martes, con el informe de PwC que hablaba de provisiones de 11.200 millones de euros y que el exbanquero obvió en el folleto. Según su argumento, estaba en todo su derecho de no hacerlo porque no era un informe oficial. Además, se respaldó en que el BdE "conocía la existencia del texto y nunca puso impedimento".
De hecho, las provisiones que pedía este organismo para la entidad eran casi de la mitad, de 6.300 millones. No teniendo suficiente, se jactó de haber hecho provisiones de 13.000 millones y de "no seguir las instrucciones por única vez" del Banco de España.
A por la CNMV
El segundo punto clave se dio el miércoles, cuando Launa intentó 'pillar' en algún renuncio al acusado mientras lo interrogaba acerca del folleto de la salida a Bolsa. Los riesgos acapararon más de una hora de interrogatorio, que se saldó con más balones fueras. La culpa de los 'desmesurados' riesgos la tiene la CNMV, que fue la que le pidió intensificar este aparatado.
Otro punto que la CNMV pidió cambiar fue el de inversores institucionales, que requirió que se ampliara hasta el 40%, del 30% inicial.
Sobre la colocación de de las acciones, Rato sostuvo que fue igual que el de otro bancos, que utilizan su red para ofrecérsela a sus clientes.
Ni el FROB, ni el Banco de España ni los accionistas, ni el mercado se opusieron a que la entidad saliera a Bolsa
También se ha encargado de recordar de manera periódica que ni el FROB, ni el Banco de España ni los accionistas, ni el mercado se opusieron a que la entidad saliera a Bolsa a un precio de 3,75 euros, un 74% por debajo del objetivo.
Rato aseguró que los consejeros recibieron con alivio los 3.000 millones con los que el banco captó y con los que podría cumplir con las exigencias de capital. "Nos permitía tener un respiro", afirmó.
En este punto volvió a atacar al Banco de España e introdujo en la cruzada al Gobierno, declarando que él sufrió presiones por ambas partas para sacar a cotizar la entidad antes de septiembre ante la amenaza de su nacionalización.
Banco de Valencia
Durante las preguntas referidas a la crisis del Banco de Valencia, la fiscal ha estado más acertada. Ha llegado a sacar de quicio al acusado, que ha reprochado a la fiscal si quería que ese momento hubiera salido "tocando el tambor diciendo que el Banco de Valencia no tenía solución".
Su defensa, en este caso, se basa en que el fue un "leal colaborador del Banco de España" y que este le pidió tranquilidad con los socios de Bancaja. También reiteró que que se contaba con provisiones suficientes para hacer frente a cualquier riesgo, incluida la posible indemnización de Aviva por el negocio bancaseguro.
El interrogatorio de Rato se retomará el próximo lunes en una jornada que se podría extender a la tarde y en la que el exvicepresidente del Gobierno volverá a someterse a las preguntas de la Fiscalía.
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