Casi todos los caminos conducen a China. Los de la economía mundial y los del nuevo gran negocio del fútbol a nivel planetario. El Gobierno de Xi Jinping parece obsesionado con impulsar el deporte rey en su país y la última gran prueba de ello es la decisión de la FIFA de echar por tierra un acuerdo con inversores liderados por el banco japonés Softbank para que sea China el que albergue el primer gran Mundial de Clubes de la historia en 2021.
El proyecto promete, y mucho, ya que lo que se pretende es explotar el estancado pero consolidado formato del Mundial de Selecciones con el efecto multiplicador de la pasión de los aficionados de los clubes a nivel mundial, un negocio de por sí mucho más voluminoso que el de las selecciones. Se espera para la primera edición (que tendrá 24 clubes) un volumen de negocio semejante, al menos, al proyectado para el Mundial de Selecciones 2022 (con 32 equipos) en Catar: unos 6.000 millones de dólares aproximadamente.
Dentro de los clubes que tienen ya certificado un boleto para participar del show chino está el Real Madrid como bicampeón de las Champions League 2016-2017 y 2017-2018 (se clasificarían al Mundial, a falta de rubricarse los criterios de clasificación, los últimos cuatro campeones europeos). Una oportunidad que el presidente merengue, Florentino Pérez, no quiere desaprovechar para asumir un rol protagónico en el negocio mundial del balompié más allá del Real Madrid.
Florentino, presidente mundial
Así lo demuestra el flamante nombramiento del también jefe de la constructora ACS como presidente de la Asociación Mundial de Clubes, una entidad montada a partir del Mundial de Clubes para, como reconocen desde el Madrid, "ser un medio para tratar las cuestiones que los clubes deben afrontar e intercambiar opiniones de manera constructiva con la FIFA" y, afirma el propio Florentino, "ofrecer una contraparte creíble y seria de la FIFA para discutir todos los aspectos relacionados con los clubes".
La alineación inicial de la Asociación, que reúne a una decena de clubes con títulos en su espalda de todos los continentes -Milan (Italia), Auckland City (Nueva Zelanda), Boca Juniors (Argentina), River Plate (Argentina), América (México), Guangzhou (China) y Mazembe (Congo)- no sería casual. De ella forman parte, por ejemplo, los argentinos River y Boca, que disputaron el pasado año la Final de la Libertadores en el Santiago Bernabéu con el beneplácito de Florentino, que mantiene una buena relación, como han apuntado distintas fuentes a Vozpópuli, con el presidente argentino y exmandamás de Boca, Mauricio Macri (River terminó imponiéndose en la final, por lo que Boca, presidido todavía por el delfín macrista Daniel Angelici, no está hoy clasificado al Mundial).
También está el chino Guangzhou Evergrande (controlado por la segunda mayor promotora inmobiliaria de China, Evergrande Real Estate Group), con el que el Real Madrid tiene acuerdos de cooperación para la promoción del fútbol en tierras del gigante asiático.
Sobresale también entre los integrantes el A.C. Milan, histórico equipo italiano con casi nulas posibilidades de clasificarse por la vía del fútbol al Mundial y hoy muy a la sombra de la Juventus de Turín de Andrea Agnelli, presidente de la Asociación Europea de Clubes (que se fundó en 2008, antes del regreso de Pérez al Madrid) y 'verdugo' de los merengues al arrebatarles a su estrella, Cristiano Ronaldo, en el verano de 2018. Agnelli, casualmente, ha defendido que no se juegue ningún torneo como el Mundial de Clubes, al menos hasta 2024, esgrimiendo el argumento de reducir la carga de partidos para los futbolistas.
Aval de la FIFA
Todo ello no tendría mayor recorrido si no fuera porque el mismísimo presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha dado carta de naturaleza a la asociación de Florentino Pérez, no solo como potencial interlocutora de cara a la organización del fastuoso Mundial de Clubes, sino también como el vehículo para dar voz "a clubes de todos los continentes".
"Estoy seguro de que más clubes líderes se unirán a esta plataforma con la que esperamos encontrar un punto de diálogo, de la misma manera que lo hemos estado haciendo con las federaciones, confederaciones, ligas y jugadores de la FIFA, así como con los principales interesados de la comunidad futbolística", afirma Infantino. "Felicitaciones a todos los involucrados y una mención especial de agradecimiento a Florentino Pérez por la iniciativa de traer clubes de todo el mundo a la sede de la FIFA y por el lanzamiento de un proyecto tan relevante".
La FIFA tiene especial necesidad de potenciar sus ingresos tras un declive de beneficios
Fuentes del sector remarcan a Vozpópuli la necesidad que tiene la FIFA de potenciar su negocio tras detectar un estancamiento en el crecimiento del que es su principal activo actualmente, el Mundial de Selecciones, al que se quiere también potenciar con un nuevo formato de 48 países que regirá a partir de la edición 2026. La FIFA pasó de más de 631 millones de dólares en beneficios en el ciclo 2007-2010 a 100 en el ciclo 2015-2018.
Según han remarcado desde el órgano con sede en Suiza, la negociación con China "sin intermediarios" para el Mundial de Clubes será más provechosa económicamente incluso que el frustrado acuerdo con el japonés Softbank, que el New York Times llegó a cifrar en 20.000 millones de euros para la FIFA en 12 años por organizar el Mundial de Clubes, el Mundial de Selecciones y una hipotética Liga de las Naciones.
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