Cuando la propagación de un virus provocó el cierre de la ciudad china de Wuhan el pasado mes de enero, nadie podía imaginar la cascada de consecuencias que el patógeno traería consigo. El coronavirus llegó poco después a Italia y gran parte de los países europeos se vieron forzados a decretar el confinamiento para frenar los contagios. La imposibilidad de moverse y de mantener las relaciones sociales al llevado a numerosos sectores económicos al borde del colapso: aerolíneas, petróleo, turismo, hostelería...
El confinamiento más duro ya ha terminado, pero persisten las restricciones de movimiento. Pese a la "tentativa" mejoría registrada en los últimos meses, la economía global se encuentra en un territorio extremadamente "frágil", ya que la pandemia de la covid-19 dejará "profundos cambios estructurales", según ha señalado el FMI (Fondo Monetario Internacional) durante una de sus reuniones virtuales de su asamblea celebrada en Washington.
"La economía post-pandemia será muy diferente a la de antes de la pandemia. No tiene sentido hoy invertir en la economía de ayer", ha señalado la directora gerente del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, en una conversación sobre el futuro de la economía. La directora del organismo ha comparado el momento actual con la situación que se produjo tras finalizar la Segunda Guerra Mundial.
La gravedad y magnitud del impacto de la pandemia, que ha dejado ya más de un millón de muertos y provocado la mayor recesión económica en casi un siglo, ha centrado las reuniones virtuales de la asamblea del Fondo. Ha provocado, además, que el habitual lenguaje técnico de las reuniones se haya cargado de frases dramáticas y roto tabúes de la ortodoxia económica como el equilibrio presupuestario.
Lo extraordinario como normal
Una de las más repetidas es que "los tiempos extraordinarios exigen soluciones extraordinarias" al defender los milmillonarios paquetes de estímulo fiscal y monetario puestos en práctica en las grandes economías avanzadas. En este sentido, la directora del Banco Central Europeo (BCE), la francesa Christine Lagarde, advirtió de que será "crucial" no solo mantener el apoyo, sino "evitar que sea retirado precipitadamente".
Pero también insistió en la dimensión integral y el horizonte a medio plazo. "A la vez, serán necesarias medidas estructurales bien diseñadas para reubicar los recursos con el tiempo hacia sectores más viables y así minimizar el daño permanente a nuestras economías", dijo Lagarde, quien estuvo al frente del FMI entre 2011 y 2019.
En su informe de Perspectivas Económicas Globales, el organismo citó el empleo como uno de los principales damnificados por la pandemia al subrayar que "sigue estando por debajo de los niveles de antes de la pandemia y que el mercado laboral se ha vuelto más polarizado, con los trabajadores de bajos ingresos, los jóvenes y las mujeres como los más golpeados".
Puso dos ejemplos concretos al instar a las autoridades a diseñar planes para "facilitar la recolocación de trabajadores de sectores de que probablemente se reducirán a largo plazo (como el de los viajes) a otros que seguirán creciendo (el comercio electrónico)".
O, en palabras de David Malpass, presidente del Banco Mundial (BM):"La pandemia ha cambiado todo, el modo en el que trabajamos, el alcance de nuestros viajes, la manera en que nos comunicamos, enseñamos y aprendemos".
La pobreza crecerá tras dos décadas de descenso
"Naturalmente habrá rebotes, pero la recuperación real -cuánto tomará a la persona media recuperar su ingreso previo a la crisis, el PIB per cápita, tomará al menos cinco años", ha apuntado recientemente Carmen Reinhart, economista jefe de la institución. Uno de las indicadores más evidentes de la dramática situación se refiere a la pobreza, dado que el golpe de la crisis tendrá efectos desiguales y dañará con especial contundencia a los más desfavorecidos.
"En 2020 la pobreza extrema mundial aumentará por primera vez en más de 20 años como resultado de las perturbaciones ocasionadas por la pandemia de la covid-19", advirtió el BM, la principal institución de desarrollo mundial, en su último informe presentado esta semana, ahondando en los sombríos pronósticos.
En mayo, en el peor escenario trazado, los economistas del Banco Mundial ya vaticinaba que 60 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema, y en agosto, la previsión fue aún más pesimista subía a 100 millones de personas. En los últimos cálculos, en 2021 casi 150 millones de personas en todo el mundo pueden caer en la pobreza extrema, cuyo umbral el organismo sitúa en 1,90 dólares al día. La pandemia de la covid-19, detectado en primer lugar en un brote en Wuhan (China) a finales de 2019, ha causado ya más de un millón de muertos en todo el mundo, según los registros de la Universidad Johns Hopkins.
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