El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que, dado el elevado déficit público estructural que tiene España, no debería comprometerse a incrementos del gasto público permanentes, como ha hecho al anunciar una subida de las pensiones públicas y del sueldo de los empleados públicos.
"Los compromisos de subir de forma permanente el actual ratio de gasto, por ejemplo mediante la subida del sueldos públicos y de pensiones, se deberían evitar dado el alto déficit estructural y la presión del gasto a largo plazo por el envejecimiento de la población", advierte el FMI en su informe sobre España divulgado este viernes dentro del marco del Artículo IV, que consiste en misiones que realiza el fondo en todos los países para analizar su situación económica tras entrevistarse con las autoridades del país.
La institución que dirige Kristalina Georgieva ha advertido de que "la economía española registrará en 2020 su peor comportamiento del último medio siglo", y recomienda que se emprendan cuanto antes reformas que garanticen el crecimiento, y no se demore la preparación de un plan de ajuste de consolidación fiscal que se deberá empezar a implementar una vez recuperada la senda de crecimiento.
La covid-19 ha golpeado a la economía y sociedad españolas de forma severa, causando trágicas pérdidas de vidas, más desempleo y una aguda crisis económica. La recuperación se alargará y estará sujeta a riesgos significativos e incertidumbre"
ERTE más allá de enero y más avales públicos
A corto plazo, el FMI considera que España tiene que prorrogar medidas de ayuda como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) o los avales públicos.
"Continuar con medidas de ingresos y liquidez, especialmente los efectivos ERTE y los avales públicos, de una manera dirigida y flexible, es clave. Los subsidios de desempleo y la asistencia social pueden necesitar ser impulsados de forma temporal. Las vulnerabilidades de las empresas deben seguir siendo atendidas", señalan.
Además de extender estos sistemas de protección, el FMI recomienda al Gobierno que valore otras medidas como la entrada en el capital de algunas compañías, siempre que sean solventes: "se debe recurrir también a las ayudas directas para apoyar a empresas viables que están afrontando dificultades asociadas a la pandemia".
El fondo considera que, a medida que la pandemia retrocede, el apoyo fiscal se enfoque cada vez más a "grupos vulnerables y firmas viables, facilitando la reasignación de recursos a los sectores en expansión". Advierten, además, de que "el número de empresas vulnerables crecerá de forma moderada (7 puntos porcentuales) hasta el 37%, lo que demuestra la importancia del apoyo político. Los casos de insolvencia podrían crecer significativamente".
Plan de ajuste fiscal
El FMI insiste, al igual que han hecho otras instituciones como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), en la necesidad de que el Gobierno prepare un plan de reequilibrio para comprometerse a bajar la deuda pública y el déficit público cuando se recupere el crecimiento.
"En el medio plazo, es necesario un plan de ajuste fiscal creíble para volver a una situación cercana al equilibrio fiscal. La pandemia va a aumentar la vulnerabilidad fiscal de España (...) Las previsiones van a dejar poco espacio fiscal para lidiar con shocks adversos en el futuro, especialmente en un entorno de tipos de interés más altos, lo que supondrá un riesgo sustancial para la sostenibilidad de la deuda pública", avisan. Creen que ese proyecto de consolidación deberá ponerse en marcha como pronto en 2022.
La pandemia golpeó a la economía después de 5 años de fuerte crecimiento y creación de empleo en los que se hizo escaso progreso para reconstruir los márgenes fiscales"
Según sus cálculos, que no han variado respecto al último informe, el déficit público cerrará este año en el 14,1% del PIB y en el 7,5% en 2021, mientras que la deuda pública ascenderá hasta el 123% del PIB.
El FMI recuerda que España ha entrado en la crisis con una situación ya vulnerable: "España entró en la pandemia de la covid-19 con un déficit estructural de alrededor del 3% y un ratio de deuda sobre PIB del 96% a cierre de 2019, sólo cinco puntos por debajo de su máximo antes de la crisis de 2012".
Por ello, creen urgente un ajuste fiscal a medio plazo y también piden una reforma de las pensiones, que incluya medidas para contener el gasto, como por ejemplo: incentivar carreras laborales más largas, incrementar los ingresos de la Seguridad Social "sin subir las ya altas cotizaciones sociales", y fomentar sistemas de ahorro complementarios.
Reforma del mercado laboral
La institución pone de relieve también la necesidad de realizar una reforma laboral que acabe con la dualidad del mercado de trabajo y el elevado peso de los contratos temporales, de los más altos de Europa.
Sitúan la tasa de paro en el 16,8% para este año y el próximo y prevén que en 2022 ya baje ligeramente hasta el 15,7%. Mantienen su previsión de caída del PIB del 12,8% para 2020 y pronostican una recuperación en el crecimiento del 7,2% para 2021 y del 4,5% para 2022.
Han advertido de que a España le costará "varios años alcanzar el nivel de producción pre-pandemia y los riesgos están fuertemente orientados a la baja". A corto plazo, advierten de que las previsiones dependerán de la efectividad de las nuevas medidas de contención de la pandemia y de la preparación del sistema sanitario.
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