El Fondo de Garantía de Depósitos (FDG) quiere dejar de ser una entidad pasiva y tener más poder dentro del sistema financiero español, según ha podido saber Vozpópuli por diferentes fuentes consultadas. El organismo que dirige actualmente Mariano Herrera pretende conseguir más influencia dentro de los procesos de reestructuración de la banca y para ello busca obtener nuevas responsabilidades y quitárselas o compartirlas con el Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (FROB).
Las fuentes consultadas aseguran que los últimos movimientos de equipos dentro del Tesoro han provocado cierta crispación dentro del organismo que hace que la situación sea un tanto tensa. El FDG es una entidad que tiene muy poca capacidad de supervisión o gestión, a pesar de tener un gran equipo, capitaneado por el antiguo director general de Supervisión del Banco de España.
Herrera podría haber visto una oportunidad para ganar peso dentro de los bancos gracias a la inminente salida de Jaime Ponce, el actual director del FROB, que tiene que dejar su cargo en junio y sin capacidad de renovación.
El FROB se encarga de la resolución de los bancos y empresas de servicios de inversión en España y a su vez es la tenedora del 61,783% de Bankia. Fue creado en la crisis y tiene la capacidad de asumir la gestión de entidades intervenidas y sustituir el consejo de administración de forma provisional. Son precisamente estas competencias las que anhela el Fondo de Garantía de Depósitos.
Su capacidad de poder recapitalizar bancos y prestar dinero a las entidades a las que ayuda ha llevado al Estado español a perder 53.000 millones de euros, ya que en la última década el FROB ha prestado 58.685 millones de euros, de los que 5.600 aún no se han recuperado.
Equipo de resolución
Esta semana se ha conocido el nuevo equipo que ayudará al FROB a resolver entidades bancarias de pequeño tamaño. Tras fichar a cuatro asesores estratégicos, Alvarez & Marsal, el banco de inversión Nomura, Analistas Financieros Internacionales (AFI) y KPMG,), el organismo ha completado su dream team con cuatro despachos de abogados: Clifford Chance, DLA Piper, Garrigues y KPMG, según consta en la Plataforma de Contratación Pública.
Las firmas participarán activamente en la estrategia de resolución de la entidades menos sistémicas y con problemas de liquidez en caso de una eventual crisis financiera. Estas compañías se encargarán de ejecutar la venta, buscar posibles compradores o activar procesos como el bail-in (recapitalización interna).
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