El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a insistir en extender a este año la recomendación del Banco de España a la banca de limitar al 25% del beneficio el dividendo en efectivo. El organismo también ha pedido limitar las remuneraciones y ha recomendado nuevas ampliaciones de capital para que el crédito fluya y respalde la incipiente recuperación.
En su quinto y último informe de seguimiento de la reforma del sector financiero español, la institución liderada por Christine Lagarde enfatiza en la necesidad de que las entidades financieras sigan reforzando su capital una vez superado con éxito el rescate.
Para ello, el FMI emplea una amplia justificación con preguntas y respuestas sobre la "utilidad" de limitar el dividendo, al tiempo que descarta cualquier efecto negativo sobre la capacidad para emitir nuevos títulos. También defiende proseguir con las ganancias de eficiencia ante los retos derivados de una débil recuperación. "Es preciso continuar los esfuerzos para dar a los bancos mayor capacidad para otorgar crédito y respaldar así la recuperación económica y la creación de empleo", afirma el responsable del último informe de seguimiento, Kevin Fletcher.
El organismo encabezado por Lagarde argumenta estas recomendaciones para evitar que se incrementen las "ya elevadas" condiciones de los préstamos y las califica de "medidas prioritarias". "Estas medidas ayudarían a evitar una dependencia en exceso de la contracción del crédito para apoyar los ratios de capital", asegura.
Además, el FMI pide asegurar que la norma sobre créditos fiscales diferidos se acompañe de medidas para fortalecer el balance de la banca y reforzar su capacidad de prestar. Ante el repunte de la tasa de morosidad, aconseja facilitar la venta de activos en dificultades, con el objetivo de "liberar espacio" en los balances y así impulsar nuevos préstamos a los sectores de la economía solventes.
Cambios de impuestos
Al respecto, valora los continuos esfuerzos de los supervisores por asegurar una provisión adecuada y el reconocimiento de pérdidas, si bien pide reformas de impuestos que aceleren "aún más" la limpieza de activos, como la sustitución de impuestos sobre las transacciones inmobiliarias por impuestos más altos sobre los valores de propiedad o por otras medidas de ingresos.
En cuanto a los procesos de refinanciaciones y reestructuraciones, la institución liderada por Lagarde avala la intención del ministro de Economía, Luis de Guindos, de canjear deuda corporativa por capital para mejorar la eficiencia de estos procesos. Esto implicaría una revisión de las leyes y regulaciones financieras, comerciales y fiscales.
El Gobierno ultima una Ley de Refinanciación para empresas que atraviesen por dificultades financieras que persigue posibilitar que, previo acuerdo entre los acreedores, la deuda se convierta en capital. Guindos pretende evitar la quiebra de empresas que pueden ser solventes.
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