Alcanzar un mayor grado de integración fiscal en la zona euro representa un importante paso adelante en la corrección de las debilidades del diseño de la arquitectura del bloque, según las conclusiones de un informe elaborado por técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que plantean diversas fórmulas para avanzar en esta dirección, incluida la opción de crear una prestación común por desempleo en la eurozona. Esta propuesta suena más a brindis al sol irrealizable que a algo realmente posible, dadas las enormes diferencias de tasa de paro entre ls países de la Eurozona. España, por ejemplo, tiene una tasa de paro del 27% (sólo superada por Grecia) mientras Austria apenas llega al 5%.
De igual modo, la economía sumergida de los países mediterráneos es también incomparablemente superior a la del norte del continente, lo que generaría una situación de desigualdad que perjudicaría a estos últimos. La respuesta de países del norte aún no se ha dado, aunque será negativa si tenemos en cuenta que también han rechazado con fuerza la mutualización de la deuda mediante eurobonos.
"Una unión fiscal reduciría la incidencia y severidad de futuras crisis (...) Su puesta en marcha llevará tiempo, aunque contar con una hoja de ruta clara de su implementación representa un ancla fundamental de confianza respecto a la viabilidad de la eurozona, apuntalando así los esfuerzos actuales para resolver la crisis", señalan en su informe recogido por Europa Press.
Entre los "elementos esenciales" de esta unión fiscal, los expertos del FMI reclaman una mejora de la supervisión de las políticas fiscales y una mayor disciplina, así como un mayor grado de mutualización de riesgos entre los miembros de la región, incluyendo el establecimiento de un fondo de contingencia común, un sistema europeo de protección por desempleo y un presupuesto compartido, lo que reduciría los costes de posibles rescates a posteriori.
Garantía frente a riesgos de ingresos
En el caso de un seguro común frente al desempleo, el FMI sostiene que "avanzar hacia un mínimo nivel de protección frente al paro a nivel de la eurozona proporcionaría una garantía natural frente a los riesgos de ingresos a nivel individual en toda la unión". De hecho, los expertos de la institución internacional destacan que en todas las federaciones existentes en el mundo este tipo de seguro frente al desempleo se encuentra altamente centralizado, incluso en EEUU, donde los Estados financian parte de las prestaciones.
No obstante, el informe subraya la necesidad de que el establecimiento de un plan de estas características "vaya de la mano con esfuerzos encaminados a mejorar y armonizar los mercados laborales de los países". "Un esquema común requeriría un grado mínimo de armonización en la fiscalidad del empleo, así como potencialmente en las pensiones", advierten los técnicos del FMI, que destacan que el establecimiento de un fondo común de la Seguridad Social podría resultar más aceptable a nivel público que la creación de un fondo común de contingencia.
Por otro lado, el informe advierte también de que, debido a que el desempleo reacciona con retraso a los problemas en la actividad, las transferencias pueden no realizarse suficientemente a tiempo, mientras que las amplias diferencias en cuanto al desempleo a largo plazo en la eurozona deberían restringir el enfoque de dicho fondo común a los beneficios a corto plazo, causados directamente por 'shocks' negativos.
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