El FMI se está replanteando la forma en que aborda los rescates. Y entre las propuestas que maneja se encuentra el que los acreedores privados sufran una reestructuración de la deuda nada más entrar el Fondo en un país.
Ésta puede ser pequeña y sólo tratarse de un alargamiento de los plazos. Sin embargo, ayudaría a que los fondos de inversión no escapen ilesos de una reestructuración como ha sucedido en Grecia. En Atenas, los préstamos del Fondo simplemente se emplearon para pagar a los inversores y que éstos saliesen indemnes por la puerta de atrás.
Es decir, el rescate se usó para sustituir la deuda privada por oficial. Por eso, lo que básicamente baraja el FMI consiste en que nada más entrar se retrase de alguna manera el calendario de pagos hasta que se decida si el país es solvente y, por lo tanto, si precisa o no una quita mayor y en profundidad.
Más facilidades para aplicar quitas
Según recoge el Financial Times, el informe ha sido elaborado por el personal de la institución, ya ha sido discutido en el consejo del FMI y se publicará en próximas fechas. La entidad dirigida por Christine Lagarde pretende ganar peso a la hora de decidir una reestructuración y que éstas se faciliten, máxime después de los problemas encontrados en Grecia y Argentina. No obstante, estas propuestas aún han de contar con el apoyo de EEUU y Europa.
Según fuentes consultadas que han trabajado para el Fondo, éste también puede reconsiderar que los rescates más recientes no han logrado atajar los problemas de endeudamiento y competitividad que presentan los países auxiliados. No basta sólo con abaratar la financiación, explican, un alivio de la deuda puede ser decisivo.
La recompensa después del sacrificio
Las personas que han trabajado para el Fondo defienden que acumula muchas historias de éxito. “Es cierto que siempre tuvo repercusiones sociales y políticas. La entrada del FMI supuso por ejemplo la salida de Suharto de Indonesia o el ascenso de Lula en Brasil. Pero todos estos países ahora son ejemplos de que las reformas del FMI funcionan”, comenta un antiguo empleado de la institución sita en Washington.
Sin embargo, con los países occidentales las cantidades de deuda en liza resultan mucho mayores y amenazan con minar la estabilidad y confianza de los mercados. El FMI practica quitas habitualmente, pero durante la crisis europea sólo ha llevado a cabo una con Grecia, que representó la mayor de la historia.
Aún así, el FMI defiende en Grecia que hace falta un mayor alivio de la carga de deuda aplicando otra quita, en contra de la opinión del BCE y la Comisión, que no quieren perder dinero.
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