El sector energético ha sido el gran protagonista del mercado en 2021. Y, con la entrada del nuevo año, el foco se mantiene sobre estas compañías. Una de las actividades más destacadas durante la crisis de precios energéticos han sido los movimientos de los inversores bajistas sobre los operadores de las infraestructuras energéticas, cuyo máximo accionista es el Gobierno a través de la SEPI. Un ataque bursátil que se mantiene en 2022.
Los fondos de cobertura o ‘fondos buitre’ son dueños de un 2% tanto de Enagás como de Red Eléctrica. Covalis Capital, una firma de inversión con sede en las Islas Caimán, anunciaba esta semana que controla de nuevo un 0,9% de Enagás con el objetivo de que sus acciones caigan y poder beneficiarse. Este fondo afloraba en el capital del gestor de redes de transporte de gas natural en abril de 2021, cuando la subida de los precios energéticos estaba arrancando.
Según ha ido descontrolando los precios del gas y la electricidad, la apuesta de Covalis a que las acciones de Enagás cayeran llegaba a suponer cerca de un 1,5% del capital. Una inversión que alcanzaba un valor de mercado cercano a los 75 millones de euros. Aunque no es el único enemigo bursátil de Enagás, compañía de la que el Estado es el máximo accionista con el 5% del capital.
BlackRock, que se unió a esta actividad bajista en Enagás en diciembre de 2021, aflora una posición bajista del 0,91% del operador gasista. El hedge fund de Nueva York, Millennium Capital, registró en 2020 una posición corta del 0,52% del accionariado del gestor de redes de transporte de gas natural y con la crisis ha aumentado su participación hasta el 0,61%.
Bajistas en Red Eléctrica
Millennium Capital también ha decidido apostar en contra de Red Eléctrica. El ‘fondo buitre’ anunciaba en el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una posición corta del 0,5% en el mes de marzo y al cierre del año esta inversión se elevaba hasta el 0,69% en el operador del sistema eléctrico.
También espera las caídas de la compañía, cuyo máximo accionista es la SEPI con un 20%, el fondo de cobertura estadounidense Point 72, que la primera semana de 2022 ha elevado esta apuesta hasta el 0,5% con un valor de mercado de 27 millones de euros. El tercer bajista de Red Eléctrica es AKO Capital. Este fondo de cobertura o hedge fund, fundado por el noruego Nicolai Tangen, eleva su posición corta hasta el 0,8% desde su afloramiento en el capital hace un año.
Ortega contra los ‘fondos buitre’
Estas empresas que controla indirectamente el Gobierno han tenido la actividad de otro inversor de referencia. Amancio Ortega adquiría de forma directa el 5% de Red Eléctrica en julio de 2021 a través de Pontegadea Inversiones. El empresario gallego se convertía en el segundo accionista de la compañía, tras la SEPI y por delante de BlackRock (con el 3,1%). La participación del 5% tiene un valor de mercado a precios actuales de unos 450 millones de euros.
Un movimiento en Red Eléctrica que continúa con la compra de participaciones de compañías del sector energético y, concretamente, la entrada en cotizadas que dedicaran a la gestión de infraestructuras energéticas. Su primera adquisición fue precisamente el 5% de Enagás, el gestor del sistema gasista de España, el 3 de julio de 2020. Una operación valorada en 294 millones de euros, que actualmente tendría un valor de mercado de 261 millones. Ortega es desde entonces el máximo accionista de Enagás junto con el Estado.
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