Economía

"Espero que los fondos europeos no sirvan para pagar favores a cambio de votos"

A base de insistencia, Lorenzo Amor ha logrado una victoria para el colectivo de autónomos. El presidente de ATA figura entre los empresarios que más han peleado para que el

A base de insistencia, Lorenzo Amor ha logrado una victoria para el colectivo de autónomos. El presidente de ATA figura entre los empresarios que más han peleado para que el Gobierno apruebe un paquete millonario ayudas directas. Amor, no obstante, aún considera parcial el triunfo, ya que algunos sectores han quedado excluidos de las transferencias. El líder de ATA pide al Ejecutivo que nadie se quede descolgado. Y a los políticos, que reduzcan los niveles de "testosterona" y trabajen por la "estabilidad".

Pregunta.- El Gobierno ha anunciado ayudas directas para 95 sectores. Pero usted denuncia que se quedan fuera algunos muy golpeados por la crisis, como los centros de estética o las autoescuelas. ¿Están pidiendo café para todos?

Respuesta.- No pido café para todos, sino que se ayude a las empresas que son viables pero han pasado una situación muy mala, con restricciones y limitaciones. No hay criterios objetivos para el listado de 95 actividades que se han publicado; han usado los ERTE de protección especial, pero la mitad de los autónomos y empresas en España no tienen trabajadores, y no aparece en listado. Por ejemplo, autónomos de peluquerías, tiendas souvenirs o locales estética. No tiene sentido que se den las ayudas a una casa de apuestas y se deje fuera a las peluquerías; tampoco que en Mallorca se den ayudas al alquiler de vehículos de motor y se deje fuera a autónomos que alquilan bicicletas. Por suerte, parece que Calviño va a ampliar los sectores. 

P.- ¿Cuántos negocios pueden salvarse si se amplían esas ayudas?

R.- La lista de los que quedan fuera es muy larga: floristerías, talleres de reparación, tiendas de lámparas o decoración, academias de formación o idiomas… Son muchos autónomos, la cifra podría estar por encima de los 200.000. 

Creo que la testosterona en la clase política tiene que bajar. Tiene que bajar la crispación y volver el sentido de Estado, la cordura"

P.- ¿Cómo valora que el Gobierno haya dejado en manos de las comunidades autónomas el reparto de las ayudas? ¿Es un criterio acertado, para asegurarse de que lleguen a buen destino? ¿O puede ser una manera de trasladar la responsabilidad a otros?

R.- Es una patata caliente porque la gestión de esta ayuda es complicada. Y eso es lo que nos lleva a decir que no van a llegar tan pronto como vaticinan algunos. Por un lado, hay que convocar y revisar todas las solicitudes, y luego toca la revisión. La administración del Estado no tiene funcionarios o personal dedicado a este tema, tenía que haberlo desviado a una consultora. También entiendo que tenían que hacer un guiño a Canarias y Baleares, pero me parece desproporcionado en comparación con otras comunidades que han sufrido, como Andalucía o Comunidad Valenciana.

P.- Las ayudas directas llegan con meses de retraso en comparación con otros países. ¿Puede ser demasiado tarde ya para algunas pymes o autónomos?

R.- Yo advertí que cuando llegaran, muchas empresas o autónomos ya no iban a estar. Los 7.000 millones de euros son una décima parte de lo que ha perdido, por ejemplo, la hostelería y el comercio juntos. Va a servir para que muchos autónomos y empresas puedan resistir hasta que tengamos la llamada inmunidad de grupo o empiece esa ansiada recuperación. Pero por sí solas no valen. Hay que prolongar los ERTE hasta el 31 de diciembre o la primavera del año que viene y hay que dar ayudas por cese de actividad.

Las ayudas van a servir para que muchos autónomos y empresas puedan resistir hasta que tengamos la llamada inmunidad de grupo o llegue la ansiada recuperación"

P.- Sorprende que el Gobierno haya tardado tanto en reaccionar. Quizá confiaban en que bastaría con las medidas puestas en marcha para salvar el tejido empresarial. Usted cómo ve el panorama para los próximos meses. ¿Cree que la economía cogerá velocidad de crucero?

R.- Velocidad de crucero no, el despegue será gradual, lento y suave. Gradual porque cuando vuelva la gente a la calle, la hostelería volverá a tener su negocio. El comercio también pero va a tardar un poco más por la importante dependencia del turismo. Todos esperábamos que a partir de septiembre la gente vuelva a llenar las calles y empiece ese crecimiento gradual que nos permita un crecimiento en los cuatro trimestres de 2022. Ahora bien, a partir de 2023, cuando acabe la 'barra libre', va a tocar apretarse el cinturón. Ahí es donde se verá la fortaleza de la economía española, si somos capaces de desplegar bien los fondos europeos y las reformas estructurales. 

P.- ¿Se han planteado hacer alguna movilización o protesta por los sectores que han quedado fuera de las ayudas?

R.- Hace falta moderación, diálogo, consenso. Creo que la testosterona en la clase política tiene que bajar. Tiene que bajar la crispación y volver el sentido de Estado, la cordura. Tenemos una asignatura por delante, los fondos europeos. Para que vengan, hay una cosa que se mira mucho en Europa: la estabilidad. Toda la clase política tiene que ser responsable, nos estamos jugando mucho. Lo que me preocupa es cómo se van a conceder esas ayudas, a quién, con qué garantías, con qué criterios objetivos… Espero que los fondos no sirvan para pagar favores políticos a cambio de votos porque haya que aprobar un real decreto

Los fondos europeos están condicionados a que se hagan reformas; y si no se hacen, no van a venir. Eso hay que contarlo, la gente tiene que saberlo"

P.- ¿Seremos capaces en España de sacarle partido, de verdad, a ese torrente de dinero? Hay quien teme que una parte pueda perderse por el sumidero… De entrada, no va a haber ningún organismo independiente que decida cómo se reparten los fondos.

R.- A mí lo que me da miedo es que se tenga que decidir en un Consejo de Ministros. Me gustaría que fuera una autoridad independiente o un grupo de expertos el que valore y puntúe qué es lo más productivo, lo que va a dar valor añadido a la economía y el empleo. 

P.- Con este nivel de testosterona, ¿será el Gobierno capaz de sacar adelante las reformas que nos pide Europa? Sobre la mesa están pendientes asuntos tan importantes la reforma laboral o la de las pensiones, o la subida del salario mínimo.

R.- Se presenta un panorama político distraído. Espero que seamos capaces de dar estabilidad y que todos tengamos claro que ahora tenemos que sumar. Y sumar es a veces aparcar la contienda política. De aquí al 4 mayo va a ser complicado. A ver cuándo volvemos a la estabilidad, porque hay que decir una cosa: los fondos europeos están condicionados a que se hagan reformas; y si no se hacen, no van a venir. Eso hay que contarlo, la gente tiene que saberlo. 

Espero que seamos capaces de dar estabilidad y tengamos claro que ahora tenemos que sumar. Y sumar es a veces aparcar la contienda política"

P.- Nadie esperaba elecciones en Madrid ni mucho menos que Pablo Iglesias dejara el Gobierno para medirse con Ayuso. ¿Este clima de inestabilidad política es dañino para la economía, en proceso de recuperación?

R.- A la gente no le preocupa tanto la política como parece. Entiendo que en Twitter y otras redes están los hooligans de los partidos calentando el ambiente. Pero a la gente le preocupa su puesto de trabajo, su empresa, cuándo se va a vacunar, su negocio, su actividad, su familia…  

P.- ¿Esta inestabilidad puede poner en riesgo o retrasar las ayudas a empresas y autónomos?

R.- Hasta el mes de septiembre, que nadie las espere, salvo en los casos en que los bancos puedan adelantar.

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