Economía

Fondos europeos estructurales: España es el peor país ejecutor con 32.400 millones 'en un cajón'

El 31 de diciembre de 2023 vence el plazo para gastar los Fondos Estructurales y de Inversiones pertenecientes al periodo 2014-2020

La Comisión Europea vuelve a sacar los colores a España en la gestión de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, situándolo como el peor país ejecutor. 32.378 millones de los 75.067 millones que le corresponden del periodo 2014-2020 siguen en un cajón y el 31 de diciembre de 2023, en apenas cuatro meses, vence el plazo para absorberlos.

A 31 de agosto, la última actualización de la Comisión Europea en su página web, España había gastado 42.689 millones a través de los cinco Fondos Estructurales y de Inversión: Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), Fondo Social Europeo (FSE), Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) y La Iniciativa de Empleo Juvenil (IEJ).

España es el tercer país de la Unión Europa con más presupuesto asignado a través de estos fondos para el periodo 2014-2020, sólo por detrás de Polonia (111.437 millones) e Italia (93.705 millones), según los datos oficiales de la Comisión. Los 75.000 millones de España se dividen en unos 57.300 millones de financiación prevista de la UE y otros 17.700 millones de cofinanciación nacional.

El dinero identificado por Bruselas como "gastado" en España representa un 57% del total, la peor tasa de todos los países de la UE. Francia, por ejemplo, ha ejecutado un 83% y Alemania, un 79%. También Italia está en una mejor posición, con un 62% del presupuesto ejecutado, pese a tener más fondos asignados que España. Destaca la buena marcha de Portugal, con un 93% de los fondos absorbidos.

En general, salvo España, no hay ningún país que haya ejecutado menos del 60% y sólo tres que están por debajo del 70%: Italia, Eslovaquia (63%) y Dinamarca (66%).

Con todo, en el conjunto de la UE la ejecución se sitúa en el 75%, significativamente por encima del nivel español. Esto se traduce en que de los 741.338 millones que se presupuestaron (unos 550.000 millones financiados por la UE), los países han gastado 558.556 millones, según informa la Comisión.

Sobre este asunto ha alertado Finnova, fundación europea que apoya la financiación de la innovación en empresas, regiones y municipios. "El 31 de diciembre acaban los tres años de gracia y nos puede abocar a devolver dinero a Bruselas, pero sobre todo es preocupante la mala imagen que está dando España con lo datos oficiales publicados por la Comisión. Quiero creer que hay mucho más ejecutado y no se ha reportado la información", comenta su CEO, Juanma Revuelta.

Sobre los motivos que han llevado a esta baja ejecución, Revuelta apunta a la "falta de foco político" sobre este asunto, la "escasez de programas para instruir a los gestores públicos y a los funcionarios" para la tramitación de las ayudas, y a que los instrumentos de partenariado público-privado "tampoco están realizando una buena labor a la hora de comunicar las oportunidades que pueden ofrecer los fondos europeos para los ciudadanos".

Cerca de 200.000 millones pendientes

Estos fondos son sólo una mínima parte de lo que España deberá ejecutar en los próximos años. Con motivo de la pandemia, la Unión Europea lanzó un instrumento excepcional de recuperación temporal conocido como Next Generation EU, dotado con 740.000 millones, de los que 390.000 se repartirán entre los países en forma de subvenciones y los 360.000 restantes, en forma de préstamos 'blandos'.

España será el país más beneficiado a través de subvenciones si va cumpliendo los hitos y objetivos que ha pactado con Bruselas a cambio del dinero, plasmados en el denominado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Está previsto que reciba 77.200 millones en transferencias no reembolsables, a los que podría sumar otros 84.000 millones en forma de préstamos. En total, más de 160.000 millones.

De momento ha recibido 37.000 millones y han llegado a la economía unos 7.700 millones (0,2% del PIB en 2021 y 0,4% del PIB en 2022), según los datos publicados por la Comisión Europea y que coinciden con los de S&P. El Gobierno no ha proporcionado ese dato a día de hoy. El plazo para completar el Plan de Recuperación finaliza el 31 de agosto de 2026. La Comisión no ve viable una prórroga e insta a los países retrasados en la ejecución a 'desviarlos' a intermediarios financieros para no perderlos.

A estos fondos Next Generation se suman también los del programa RepowerEU, 20.000 millones adicionales para acelerar la transición climática y reducir la dependencia de Rusia de los que a España le corresponderían 2.600 millones. De hecho, el Gobierno en funciones ya los solicitó el pasado mes de junio a través de una adenda al Plan de Recuperación de los Next Generation EU.

Finalmente, están los próximos fondos 2021-2027. De nuevo, España es el tercer mayor beneficiario (sólo por detrás de Polonia e Italia) y alcanza una asignación financiera de ayuda UE, sumando el conjunto de los instrumentos, de 36.682 millones de euros, a los que se suma la aportación nacional de 23.039 millones. En total, se prevé una inversión de 59.722 millones.

A finales del año pasado el Estado llegó a un acuerdo con la Comisión Europea llamado Acuerdo de Asociación, un documento de carácter estratégico que recoge las grandes líneas de actuación y prioridades de inversión del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), del Fondo Social Europeo Plus (FSE+), del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) y del Fondo de Transición Justa (FTJ).

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