Economía

El Gobierno destina uno de cada tres euros de los fondos europeos a gastos sociales

El Gobierno está usando una tercera parte de los fondos europeos para sustentar los Presupuestos más expansivos de la historia en el gasto social. En concreto, un 33% de los

El Gobierno está usando una tercera parte de los fondos europeos para sustentar los Presupuestos más expansivos de la historia en el gasto social. En concreto, un 33% de los fondos Next Generation presupuestados en 2021 y un 29% en 2022 cubrirán los incrementos en partidas como Sanidad, Educación, Servicios Sociales o Acceso a la Vivienda. Por contra, sólo un 68% de los fondos europeos se destinarán a actuaciones de carácter puramente económico.

Así se destaca en el informe que ha realizado el Instituto de Estudios Económicos (IEE) sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2022. En él, reconocen su "preocupación" por el aprovechamiento que se realiza de los fondos europeos, que "deben ser un factor clave para la modernización de la economía española y atender a las propuestas de transformación que llegan desde la UE, así como impulsar la inversión".

"Hay que destacar que tan solo el 68,3% de los fondos se dirigen a actuaciones de carácter económico, y que una gran parte de los mismos se destina a otras Administraciones territoriales a través de transferencias de capital, lo que requerirá de una adecuada y ágil coordinación entre Administraciones para evitar la inejecución de las inversiones que de dichos fondos pueda derivarse", advierten.

En este sentido, su director general, Gregorio Izquierdo, explica en conversaciones con Vozpópuli que de los 54.267 millones de euros de fondos europeos que tiene previsto gastar el Gobierno entre 2021 y 2022, 36.087 millones irán a actuaciones de carácter económico; especialmente a proyectos de industria y energía, infraestructuras y ecosistemas resilientes, e I+d+i. Esto es, el 65% del total este año y el 68% el próximo.

Sanidad, educación o cultura

El restante (unos 17.000 millones) se destinará, fundamentalmente, a partidas sociales. Es decir, a las administraciones públicas y a los ciudadanos, pero en ningún caso a las empresas. Sanidad, por ejemplo, tiene adjudicado un gasto de 2.945 millones de los fondos europeos en 2021, una cifra abultada por la adquisición de las vacunas, y 1.333 millones en 2022. A Educación se destinan 1.800 millones este año y 1.600 millones el próximo; mientras que al Acceso a la Vivienda y a Servicios Sociales se irán 1.650 y 1.167, respectivamente, este año, y 2.489 y 1.301 millones en 2022.

Otras partidas de gasto social que se financiarán con los fondos europeos son el Fomento del Empleo (1.194 millones en 2021 y 812 millones en 2022) o la Cultura (200 millones en 2021 y 356 millones en 2022). También se financian servicios públicos básicos como la Política Exterior y de Cooperación para el Desarrollo, la Justicia, la Defensa o la Seguridad Ciudadana, con un gasto de más de 500 millones entre los dos años a cargo de los Next Generation.

"Los fondos se tienen que destinar a inversiones viables y que incrementen el PIB potencial"

"Nosotros pensamos que los fondos europeos se tienen que destinar preferentemente a inversiones para que sean viables e incrementen el PIB potencial, que será del 1,1% este año y del 1,5% en 2022, según ha planteado el Gobierno a Bruselas", comenta Gregorio Izquierdo. En este sentido, el IEE también echa en falta la colaboración público-privada, puesto que de esta forma "el efecto potencial de estos fondos europeos será mayor".

Además, el director general del IEE destaca que "si bien es verdad que la mayor parte de los fondos van a actividades económicas e inversiones, también hay una parte importante que se destina a operaciones corrientes y no económicas". Izquierdo explica que las primeras aumentan la capacidad de crecimiento de la economía a largo plazo, generan empleo, aumentan bases imponibles tributarias y aseguran la consolidación presupuestaria.

Sin embargo, destinando los fondos europeos a operaciones corrientes "corres el riesgo de que se conviertan en permanentes a largo plazo". Ese mayor gasto público que se puede mantener una vez no se disponga de los Next Generation "va a condicionar la consolidación y sostenibilidad de las finanzas públicas a futuro". Por eso "Bruselas planteó que los fondos se dedicaran preferentemente a inversiones de carácter económico que supongan una transformación estructural de la economía española", sentencia.

Retrasos en los fondos europeos

Los fondos europeos se enfrentan a otra problemática en España: los retrasos en su ejecución. El Banco de España (BdE) y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya han puesto en evidencia el atasco que se está produciendo, advirtiendo que son claves en la recuperación prevista para los próximos años.

El IEE explica que aunque la Administración central plantea que su tasa de ejecución es elevada (cerca de la mitad de lo presupuestado para este año), el hecho de que haya realizado la transferencia de los fondos a las autonomías no garantiza que se ejecuten. En este sentido, el organismo mira otros modelos como el de Italia, que ha apostado por incentivos fiscales en la ejecución de los fondos europeos, lo que agiliza el proceso.

El Gobierno ha presupuestado un gasto de 26.600 millones en 2021 y 27.600 millones en 2022 asociado a los fondos europeos; pero de momento sólo ha recibido un anticipo de 9.000 millones de euros por parte de Bruselas, a los que espera sumar un nuevo desembolso de 10.000 millones antes de que acabe el año.

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