Indra es una de esas empresas que están en el foco ante un posible cambio de Gobierno. Y los fondos de inversión, que saben aprovechar tanto las subidas como las caídas de su acción, lo saben. A dos semanas de las elecciones y tras el debate entre los dos principales candidatos, las firmas estadounidenses Goldman Sachs y Fidelity han avanzado en el accionariado desde el 10 hasta el 15% de Indra.
Unos movimientos en los que han invertido 124 millones de euros. Goldman Sachs es ahora el segundo mayor accionista con el 8,3%, por detrás del 25% que ostenta la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
No obstante, los paquetes accionariales de Goldman y Fidelity delatan su estrategia en la compañía. El 10% de su participación son derivados financieros como préstamos de acciones o 'swaps', que utilizan estas firmas de inversión para prestar a sus clientes, donde suelen pasar los temidos 'bajistas' o 'cortos'. Es decir, los inversores que rentabilizan la caída de una acción.
Una apuesta contra Indra en un momento de alegría de la acción. La tecnológica de la SEPI disfrutó en abril de niveles que no se veían desde 2017. La compañía se revaloriza un 75% en los últimos tres años y, solo en el primer semestre de 2013, su valor ha crecido un 13%. Un comportamiento que se produce pese a las luchas vividas en el consejo, los cambios en el equipo directivo y las injerencias políticas. Los fondos, con esta estrategia, esperan que el ruido sobre Indra aumente tras las elecciones y comience a resentir a la acción.
Nueva etapa en Indra
Son nuevos tiempos para Indra, con un futuro cargado de dudas. La empresa acaba de nombrar a José Vicente De los Mozos nuevo consejero delegado, con lo que se cierra definitivamente la toma de control de la empresa por parte del Gobierno; algo que comenzó hace poco más de un año de la mano de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), su accionista mayoritario, y de Amber, el fondo propiedad de Joseph Oughourlian (principal accionista de Prisa).
Aunque De los Mozos tiene la bendición del Partido Popular, si Alberto Núñez Feijóo se hace con la presidencia es más que posible que haya cambios en los sillones de la SEPI. El objetivo es tener las riendas de la compañía. Esto complicará la vida a Joseph Oughourlian, cuyo fin último, con Prisa en niveles de deuda estratosféricos, es trocear Indra y desinvertir cuanto antes. Pero no es algo que esté en el radar de De los Mozos; y con Indra controlada por el PP, no habrá quien le eche una mano para acelerar la operación que tanto anhela.
Sospechosos habituales
Estos movimientos están en la mente de Goldman Sachs y Fidelity, que basan su apuesta en que haya movimientos que agiten los títulos en el parqué, y son conscientes de que, pase lo que pase, los habrá. Goldman es un 'sospechoso habitual' en los valores del Ibex que está sobre la lupa. Como informó este periódico en diciembre, la firma de inversión estadounidense movió los cimientos de tres de los pesos pesados del índice español en plena crisis por los 'impuestazos' con una participación conjunta superior al 20% en Santander, BBVA e Iberdrola, que se tradujo en una inversión de más de 10.000 millones de euros.
Ahora le toca a Indra, pese a las buenas sensaciones en el mercado. La compañía cuenta con una división de Defensa inmersa en la fabricación del Futuro Sistema Aéreo de Combate europeo (FCAS) que ha colaborado en gran medida al buen comportamiento de la acción.
El inicio de la guerra de Ucrania fue la catapulta, pero la entrada de los fondos se produce precisamente en un momento en el que el conflicto está al ralentí, y ya se habla de posibles negociaciones para el fin del mismo. De concretarse, afectará a la compañía en bolsa, porque no habrá la misma demanda de armamento.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación