Fondos

¿Hay demasiados trozos de tarta para tan poco pastel? 2.330 fondos se reparten 175.000 millones de euros

Aunque la industria de inversión se ha visto obligada a realizar ajustes de su oferta, numerosas gestoras pecan de exceso de productos en su gama para el nivel patrimonial que manejan.

Los fondos de inversión han vuelto a ponerse de moda, como demuestran desde hace más de un año los flujos de entrada de dinero que reciben cada mes. No es que los inversores hayan tomado conciencia de repente sobre el ahorro a largo plazo. Se trata más bien de un proceso paulatino como consecuencia de la búsqueda de rentabilidad. Los depósitos han ido perdiendo la capacidad de atracción, por los bajos tipos de interés que han podido ofrecer, hasta que ha llegado un punto en que ya no resultan aconsejables, si se pretende obtener una revalorización del dinero.

Este resurgir de los fondos de inversión se debe también al poder de las redes comerciales de las entidades financieras, que sigue siendo muy potente. El traspaso hacia los fondos, además, resulta más rentable para las entidades, por las comisiones de gestión que cobran, cuando la mayor parte de la oferta de fondos en el mercado español no requiere de una gestión activa. De hecho, los fondos con objetivo de rentabilidad han ganado el protagonismo que siempre habían disfrutado los fondos garantizados.

Algunas entidades están impulsando los fondos mixtos de deuda, conscientes de que la renta fija por sí sola cada vez va a tener más complicado ofrecer unos porcentajes de rentabilidad interesantes para el inversor. Un inversor que, aunque mantiene su aversión al riesgo por la falta de cultura financiera, se verá obligado cada vez más a diversificar su patrimonio para generar un rendimiento a su dinero.

La crisis provocó un éxodo de los inversores, bien porque han debido recurrir a sus ahorros, bien porque han buscado activos más seguros como los depósitos. Y la industria se ha visto obligada durante los últimos años a realizar un ajuste de su oferta, además del proceso de consolidación que han vivido las cajas de ahorros, que también ha afectado al sector. Si en 2007 había en el mercado 3.051 fondos de inversión disponibles para el inversor, a finales de mayo de este año esta cifra se había reducido a 2.330 productos para un patrimonio de 175.000 millones de euros.

¿Pero se ajusta este volumen de activos bajo gestión al número de fondos existente? En la categoría de renta fija existen 406 fondos de inversión para 56.620 millones de euros. Santander Asset Management gestiona 10.658 millones entre 28 fondos y BBVA Asset Management, 6.156 millones entre 27 fondos de inversión.

Pero existen casos más llamativos. Invercaixa, por ejemplo, gestiona 39 fondos de inversión en esta categoría para 4.908 millones de euros e Ibercaja controla 3.145 millones para 36 fondos de inversión. Bansabadell, por su parte, tiene 22 fondos de deuda que gestionan 2.738 millones de euros, mientras que Ahorro Corporación controla 1.896 millones de euros, entre 19 fondos de inversión.

En otras categorías sucede algo similar. En la clase de renta variable, existen 123 fondos para 9.744 millones de euros, de los que Santander es también la entidad que más activos gestiona de esta clase, con 3.387 millones, repartidos entre nueve fondos. Allianz Popular AM maneja 419 millones entre 6 fondos, el mismo número de productos que tiene Ibercaja para 294 millones de euros, o que Deutsche A&WM para 195 millones de euros.

En renta variable, las gestoras controlan 5.757 millones de euros repartidos entre 72 fondos de inversión. Por números de fondos, Invercaixa es la que más tiene en su oferta, para un volumen de activos de 346 millones, seguida de Santander AM, que tiene cinco fondos para 1.276 millones de euros. Bankia y Ahorro Corporación tienen cuatro fondos para 150 millones y 51 millones de euros, respectivamente.

Aunque en algunos casos se puede justificar el exceso de fondos de inversión por la variedad de políticas de gestión que aplica cada fondo, cabe preguntarse, no obstante, si es aconsejable mantener tal exceso de oferta a la vista de los niveles de activos que gestionan numerosos fondos, cuando en muchos casos la potencia comercializadora de las entidades ni siquiera coincide con los fondos de su gama que ofrecen unos datos de rentabilidad más consistentes a largo plazo.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli