La debacle de las bolsas mundiales en enero ha significado un punto de inflexión en la tendencia de incremento del volumen patrimonial de los fondos de inversión. Durante el mes pasado, han sufrido una caída de 5.770 millones de euros en sus activos bajo gestión, hasta situarse en 216.500 millones de euros, según las cifras de Imantia Capital, la firma heredera de la antigua Ahorro Corporación Gestión.
En un momento en que los ahorradores se han dejado tentar desde hace tiempo por la apuesta de las entidades financieras por los fondos con algo más de riesgo, la categoría de fondos mixtos y de renta variable han experimentado una merma de casi 6.500 millones de euros, de los que casi 2.300 millones se corresponden a los fondos de bolsa puros.
El impacto de las caídas bursátiles de este desconocido comienzo de año en los parqués ha sido tan grande que no sorprende este recorte del patrimonio de los fondos. Más bien sucede lo contrario, que pese a la zozobra de los inversores por las caídas de las bolsas, la tendencia de los ahorradores de colocar su dinero en los fondos ha continuado más o menos estable, ya que descontando el efecto del mercado, las salidas de dinero se reducen a tan solo 590 millones de euros, parecida a la que tuvo lugar en septiembre del año pasado, después de las dudas que generó China durante el verano.
Los fondos monetarios y los de renta fija a corto plazo son los únicos que consiguen suscripciones netas durante enero, con 140 millones y 1.110 millones de euros, respectivamente.
Es cierto que los ahorradores han preferido en esta ocasión buscar el refugio de los fondos más conservadores, como son los monetarios y los de renta fija a corto plazo, los únicos que consiguen suscripciones netas durante el mes pasado, con 140 millones y 1.110 millones de euros respectivamente. Los fondos puros de bolsa, con reembolsos netos de 640 millones, los mixtos de renta fija, con 650 millones, y los mixtos de renta variable, con 380 millones, han sido las categorías que más salidas de dinero han experimentado en enero, según el informe de Imantia Capital.
¿Indican estos datos un cambio de tendencia por parte de los ahorradores? Aunque la gran mayoría de los inversores profesionales sigue manteniendo una visión optimista sobre el crecimiento económico, y descartan que 'crisis' como la de China o la caída del precio del petróleo puedan terminar provocando una recesión global, lo cierto es que los mercados se han vuelto muy sensibles a cualquier pequeño detalle, en un momento en que la Reserva Federal norteamericana ha comenzado la subida de tipos de interés.
Pese a que los analistas reconocen que los datos fundamentales de las empresas no han cambiado y que la caída de las bolsas ha sido provocada en parte por la venta acelerada de acciones de grandes inversores como fondos soberanos de países exportadores de petróleo, que necesitan liquidez para afrontar los déficits fiscales en sus economías, es la nueva 'normalidad' que comenzó el año pasado en Estados Unidos, unido al mantenimiento de las políticas expansivas en Europa, lo que crea incertidumbre.
Y a la hora de vender fondos de inversión, que se han convertido en el maná de las entidades financieras, como demuestran sus resultados trimestrales, en un momento en que es necesario asumir más riesgo en un entorno de tipos de interés prácticamente en cero, no parece que vaya a ser fácil seguir convenciendo a los ahorradores, sobre todo si los datos de rentabilidad no acompañan.
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