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Guillermo Viladomiu, CEO de Bank Degroof Petercam España: "Los banqueros privados no somos vendedores, somos gestores de patrimonio"

La firma de banca privada y gestión patrimonial cumple un año desde su fusión con el objetivo de doblar los 1.300 millones de euros que gestiona en España, mediante crecimiento orgánico y la adquisición de otra entidad.

Una nueva entidad con 145 años de historia. Es la definición que Guillermo Viladomiu, consejero delegado de Bank Degroof Petercam en España utiliza para calificar a la entidad de banca privada y gestión patrimonial, que acaba de cumplir un año desde la fusión de las firmas que componen su nombre. Un crecimiento que los responsables de la entidad quieren seguir impulsando.

“Va a producirse un proceso de consolidación en el mercado porque todos necesitamos ganar escala. Las exigencias regulatorias implican inversiones y con mayores costes necesitas aumentar los márgenes”, explica Viladomiu. “La banca privada es un sector complejo y únicamente los que somos puramente especialistas tendremos una oportunidad de crecer”.

Precisamente la especialidad es uno de los rasgos de los que presumen en Bank Degroof Petercam, frente a otros competidores más grandes en los que la banca privada es un negocio accesorio. “Nosotros no estamos sujetos a obligaciones comerciales que poco tienen que ver con las necesidades de los clientes, y esto es un valor añadido”, subraya Viladomiu.

Conscientes de que en el mercado se están produciendo movimientos en el sector, acuciados por la nueva regulación europea, en Degroof Petercam están reforzando su equipo en España, que ya cuenta con casi 70 profesionales, al tiempo que no descartan realizar alguna compra. “Buscamos una firma complementaria, en el sentido más estricto de la palabra, también geográficamente porque ahora solo tenemos presencia en Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia. Nuestro plan estratégico para España, aprobado el año pasado, contempla un plan de crecimiento orgánico, con la incorporación de banqueros a nuestra casa, y mediante alguna adquisición en los próximos 18 o 24 meses”, asegura Viladomiu.

Nosotros no estamos sujetos a obligaciones comerciales que poco tienen que ver con las necesidades de los clientes, y esto es un valor añadido”.

Los procesos corporativos no se limitan a España. “Desde el comité de negocio del grupo en Bruselas estamos analizando continuamente operaciones en Italia, Bélgica, Suiza. Y es una tendencia que en el sector va a aumentar durante los próximos años”, señala el directivo de Degroof Petercam, para quien la creciente incertidumbre política no va a detener este proceso. “Las entidades de banca privada pueden ser globales pero no dejan de ser negocios locales. Y localmente se van a producir una consolidación”, reitera.

Respecto a la contratación de banqueros privados, Guillermo Viladomiu cree que la clave es encontrar a las “personas correctas”. “Queremos incorporar profesionales que piensen que esta es su casa de referencia, su proyecto. Muchos banqueros con los que nos entrevistamos lo que realmente valoran de nosotros es que somos puramente banca privada. No somos vendedores, somos gestores de patrimonio. Y las personas cuentan mucho. Los valores humanos y la capacidad de trabajo en equipo son muy importantes para nuestra firma”, asegura Viladomiu.

Negocio de personas

“Nuestro negocio todavía es un negocio de personas y por eso somos muy exigentes a la hora de incorporar talento. Es lo que nos lleva más tiempo”, reitera el consejero delegado de Bank Degroof Petercam España. En este sentido, considera que MiFID será una oportunidad para que los clientes ganen en seguridad y transparencia. “Y las entidades que lo llevamos en el ADN tendremos más fácil adaptarnos, aunque requiere más inversión”, señala.

Con 50.000 millones de euros en activos bajo gestión globalmente y 1.300 millones de euros en España (que quieren haber doblado cuando culmine su plan estratégico) en Bank Degroof Petercam prefieren centrarse en la gestión discrecional de carteras porque les permite estar más cerca de las necesidades de sus clientes.

Nuestro negocio todavía es un negocio de personas y por eso somos muy exigentes a la hora de incorporar talento. Es lo que nos lleva más tiempo”.

“Nos gusta escucharles y entenderles, y les dedicamos mucho tiempo. Es muy difícil que haya dos clientes iguales. A partir de ahí es cuando se construye la cartera. Nuestros clientes están muy satisfechos porque saben lo que hacemos con su dinero y por qué. De esta forma, hemos pasado todas las turbulencias de los mercados durante los últimos años. Hay que ser muy claros con las expectativas de rentabilidad y en el actual entorno son pocas. Hay que ser muy realistas: muy corto en renta fija, muy diversificado en renta variable, siendo muy ágiles y dinámicos a la hora de gestionar, manteniendo siempre un horizonte de inversión de medio y largo plazo”, explica.

Sobre el futuro de las sicav como vehículo de inversión, que han estado en el punto de mira de los partidos políticos durante las pasadas campañas electorales, Viladomiu asegura que “todas las posibles alternativas están estudiadas, analizadas, valoradas y cuantificadas. Y la industria encontrará la mejor solución. Espero que los políticos sepan valorar los riesgos y las consecuencias de determinadas medidas”.

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