Invertir en bancos cuando hagan negocio como bancos. Aunque parezca un trabalenguas, es la forma más corta de explicar a un inversor neófito por qué dos de los gestores de bolsa española más importantes no piensan invertir, de momento, en entidades financieras.
Iván Martín, socio fundador y director de inversiones de Magallanes Value Investors, y Ricardo Cañete, gestor de renta variable ibérica en Bestinver, son dos de los profesionales con más reconocimiento en el mercado por los resultados de rentabilidad cosechados a lo largo de los años. Martín decidió dejar el año pasado Santander Asset Management, a donde llegó procedente de Aviva Gestión, para crear junto a Blanca Hernández, consejera de Ebro Foods, su propia firma de inversión. Cañete fue fichado por Beltrán de la Lastra para manejar la cartera de bolsa española de la gestora propiedad de Acciona cuando éste fue nombrado director de inversiones tras la marcha de Francisco García Paramés.
Ambos gestores, que participaron en la Morningstar Investment Conference celebrada en Madrid, tienen claro que las entidades financieras no están funcionando por lo que debería ser la parte principal de su negocio, es decir, la concesión de créditos, razón por la que desconfían de un sector que se encuentra limitado por un entorno de tipos de interés prácticamente en cero.
“En términos de beneficio, no tiene mucho sentido tener bancos en cartera. Han estirado el pasivo todo lo que podían. Y ahora el único modo que tienen los bancos de generar valor es la reducción de costes y la eliminación de provisiones, y esto último depende de que el sector inmobiliario vuelva a subir”, aseguró Cañete.
Aunque la superación de las pruebas de estrés a que fueron sometidas las entidades financieras redujo la incertidumbre sobre el sector, que fue azuzado con la tasa negativa de depósito del Banco Central Europeo para volver a abrir el grifo del crédito, lo cierto es que los bancos se encuentran con poco margen de maniobra para remunerar a los ahorradores con los tipos a cero. “Nominalmente los bancos están muy bien, pero una empresa que vende sus productos a cero... poco dinero puede ganar. Su beneficio no procede de la que debería ser su actividad central”, resumió gráficamente Martín.
Una idea que le lleva a descartar tomar posiciones en entidades financieras dentro de la cartera de su fondo. “Tendremos bancos cuando los bancos actúen como bancos”, afirmó.
Un riesgo añadido, a su juicio, es que la cartera de bonos con una duración de 2 o 3 años que tiene la banca es una bomba de relojería, porque cualquier evento de los mercados harían temblar su balance. “Si los bonos a diez años suben 100 puntos básicos, los fondos propios de los bancos pueden caer un diez por ciento”, subrayó el responsable de Magallanes Value Investors.
Pero todavía existe un riesgo mayor. El nulo margen que tienen las entidades para remunerar los depósitos ha propiciado que apuesten de manera decidida por los fondos de inversión, que ya han alcanzado los 222.000 millones de euros de activos bajo gestión, para poder ofrecer una rentabilidad adecuada a los ahorradores y generar ingresos vía comisiones. Por este concepto, las siete grandes entidades españolas lograron durante el año pasado 675 millones de euros.
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