El BCE, dicen, está acorralado. Sus tarifas están cerca del 0% con la tasa de refinanciación en el 0,25%. En noviembre, cuando el tipo de referencia se redujo de 0.5% a 0.25%, el impacto en la paridad euro/dólar apenas se vió. El tipo de la facilidad de depósito es del 0%. Desde el banco alertan de que "todo esto es problemático, por las amenazas de deflación". El modo de ajuste dentro de la zona del euro lleva a reducir costos y seguir el ciclo económico global que está repuntando. El riesgo de deflación no es nulo pero ¿cuáles son las herramientas que el BCE tiene que luchar contra ella? Al menos cuatro, apuntan desde Natixis Asset Management.
1. El riesgo de la deflación
La tasa de inflación, para la zona del euro, bajó en enero hasta el 0,7%. Grecia y Chipre ya están en deflación. Portugal, España e Irlanda tienen una tasa de inflación por encima de 0%; Italia y Francia tienen una tasa inferior al 1% y Alemania es apenas superior al 1%.
Este cambio en el precio a la baja no es una cuestión relacionada con los precios de las materias primas. Esto refleja principalmente el proceso de ajuste en la zona euro. Dado que la demanda interna sigue un impulso a la baja, hay un ajuste de la zona euro. Esto se llama una devaluación interna o la forma que tiene un país para mejorar su competitividad mediante la reducción de sus costos.
2. Fragmentación del sistema financiero
La fragmentación refleja diferentes condiciones financieras en la Zona Euro que muestran una falta de homogeneidad. Hay muchas razones: el nivel de deuda pública, los riesgos vinculados a la banca o las perspectivas de crecimiento. En 2011/2012 hubo un período en que los países no eran percibidos como un bloque homogéneo. Eso se notó por la divergencia en las tasas de los bonos a 10 años entre Alemania y Francia, por un lado, e Italia y España, por el otro.
3. Intereses a corto plazo y liquidez
Desde finales de 2013 la volatilidad en las tasas de interés a corto plazo se ha incrementado mucho. Antes, el tipo a un día se mantuvo estable y por debajo de los diez puntos básicos. Mario Draghi advirtió que esta volatilidad no se transmitió a los tipos a largo y consideró que era una prueba de la credibilidad del BCE y el efecto estabilizador de la orientación hacia adelante.
4. Un mensaje para el BCE
En el Reino Unido, en Japón y en EE.UU. el mensaje de las autoridades monetarias es facilitar el proceso de ajuste global. La cuestión es favorecer la convergencia con el crecimiento potencial. El mensaje es claro al leer el tamaño de cada hoja de balance del banco central. En la eurozona, el balance del BCE está en tendencia a la baja.