La Audiencia Provincial de Madrid rectifica al juzgado y reabre un caso por delito fiscal que estaba archivado a Francisco Franco Martínez-Bordiú al considerar que hay indicios suficientes para juzgarle por un fraude a Hacienda en la compra de un edificio de Madrid. La resolución juzgada por la Audiencia da la razón a la Abogacía del Estado, que representa a la Agencia Tributaria, que argumenta que recurrió sin apoyo de la Fiscalía.
El caso se remonta a 1999, cuando el nieto del dictador Francis Franco creó la sociedad Daroca 99 junto a otros socios con la finalidad de comprar un edificio en el número 10 de la calle Hernani, cerca de Cuatro Caminos.
El edificio se compró por 65 millones de pesetas (unos 400.000 euros). Sin embargo, Hacienda considera que la sociedad no tenía los medios materiales para comprar el inmueble, por lo que cifra en 195.473 euros la cantidad defraudada, según publica ‘El Confidencial’.
"Existen indicios suficientes de criminalidad"
Fue en el año 2006 cuando la Fiscalía denunció a Francis Franco, pero el juzgado sobreseyó el caso el pasado 29 de julio al considerar que no había indicios suficientes para mandarlo a juicio, cosa que fue respaldada por el Ministerio Público. Una buena noticia que recibió el nieto de Franco mientras estaba en pleitos contra el Gobierno de Pedro Sánchez por la exhumación del dictador.
Sin embargo, la Abogacía del Estado, en representación de Hacienda, recurrió la decisión al considerar que "existen indicios suficientes de criminalidad" y que la causa debía continuar. Una decisión con la que la Audiencia de Madrid está de acuerdo.
La Abogacía del Estado considera que Daroca 99 habría obtenido "una ganancia patrimonial no justificada de 71.144.809 pesetas (427.588,91 euros)" y que "el sobreseimiento provisional no puede ser objeto de la fase de instrucción, sino que los hechos deben ser enjuiciados y en base a las pruebas que se practiquen que sea el tribunal sentenciador quien emita el pronunciamiento".
A la Audiencia no le salen las cuentas
La defensa de Francisco Franco Martínez-Bordiu alegó que el nieto del dictador nunca había sido apoderado ni representante de una de las empresas investigadas, Daroca 99, y que además no había ningún delito fiscal.
Su defensa argumenta que hubo inversores que aportaron el dinero a los que se les dio un recibo y que al devolver el dinero con intereses también se intercambiaron los recibos, por lo que no quedaba rastro. Además, un robo en un garaje terminó con las pruebas que justificaban que los préstamos no eran simulados.
A la Audiencia no le salen los números: "A la vista de las cuentas de Daroca, con el saldo disponible no pudieron pagar el edificio de Hernani 10" por lo que consideran que existen indicios suficientes "que respaldan la necesidad de continuar la tramitación". Además, considera que las explicaciones de la defensa, "no son convincentes".
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