Victoria descafeinada para la familia Entrecanales en la guerra con Francisco García Paramés. La Audiencia Provincial de Madrid considera probado que el que fuera el gestor estrella de Bestinver no dio un preaviso razonable a Acciona antes de abandonar la gestora, según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso Vozpópuli, fechada el pasado 4 de diciembre. El gestor había solicitado una aclaración de sentencia, petición que el juez tumbó hace dos meses tras considerarla infundada.
El origen del conflicto está en la ruptura de García Paramés con Bestinver, gestora a la que había estado ligado durante 25 años y que le había posicionado como uno de los grandes gestores del mercado. En septiembre de 2014, el conocido como Warren Buffett español comunicó al mercado su salida de la firma para emprender su propio proyecto tras su ‘divorcio’ con la familia Entrecanales, dueña de Bestinver a través de Acciona.
Fue entonces cuando se abrió una guerra en los tribunales para depurar responsabilidades. Uno de los frentes lo abrió la propia Acciona con la presentación de una demanda contra Paramés y su mujer que recayó en el Juzgado de 1ª Instancia nº 33 de Madrid en la que reclamaba la friolera de 100 millones de euros.
En un primer pronunciamiento, la justicia tumbó la demanda por falta de legitimación activa de la compañía, pero Acciona presentó un recurso de apelación que fue estimado parcialmente y que considera acreditado que la desvinculación de Paramés con Acciona fue irregular.
En la demanda, Acciona relata que la relación mercantil con Paramés se remonta a 2003 y que ha estado formalizada a través de tres contratos de trabajo de alta dirección sucesivos firmados con Bestinver, el último de ellos en mayo de 2013. Ese mismo mes, Acciona como tal y el gestor suscribieron otro contrato para "asegurar e incentivar la permanencia y máxima involucración" del profesional.
En este contrato, siempre según Acciona, se acordó un pacto de no competencia poscontractual, un preaviso de un año si dejaba la sociedad, la reinversión y mantenimiento de una parte sustancial de sus inversiones personales en los fondos gestionados por Bestinver durante el quinquenio posterior a la extinción de su relación y una obligación de confidencialidad.
Paramés ya pagó 1,8 millones
Acciona alega que Paramés incumplió sus obligaciones tras mudarse a Londres y obligar a Bestinver a abrir una oficina en la ciudad inglesa para “acomodarse a los deseos del gerente”, compartió información con terceros, incumplió su obligación de mantener una parte importante de sus inversiones y rompió su contrato con la gestora sin cumplir con los plazos de preaviso. Además, señala que su mujer, con quien está casado en gananciales, “se habría atribuido ilícitamente bienes como privativos”, si bien ha quedado absuelta de todos los pedimentos. En suma, una batería de presuntos incumplimientos que Acciona tasó inicialmente en 100 millones de euros. En la audiencia previa, la cantidad se fijó en 88,3 millones.
Como señala el juez, el asunto nuclear de esta demanda radica en si el lucro cesante de Bestinver (el dinero que dejó de ganar) por pérdida de clientes se traduce en un correlativo lucro cesante de Acciona (dueña al 100% de la gestora) por disminución de dividendos y si, además, Acciona tiene acción para pretender su indemnización.
Y es que aunque Acciona es la sociedad dominante donde Bestinver consolida sus cuentas, el lucro cesante no puede imputarse de forma directa a la compañía que dirigen los Entrecanales porque las sociedades integradas “mantienen su personalidad jurídica” pese a ser un único sujeto contable.
Aunque Acciona ha aportado a la causa un informe pericial en que acredita que, históricamente, Bestinver le reparte “la práctica totalidad del beneficio generado” en forma de dividendos, por lo que aunque el nexo causal entre ambas compañías queda constatado, el juez recuerda que la doctrina más elaborada y extendida en las jurisdicciones “niega la acción por daños reflejos” y, por tanto, niega a Acciona la acción para solicitar una indemnización.
El daño emergente, que consistiría en la depreciación de las inversiones permanentes de Acciona en instrumentos de patrimonio de Bestinver, no ha quedado acreditado ("Es bien plausible que, aunque D. Francisco hubiera completado su obligada permanencia en Bestinver Gestión, los perjuicios experimentados se asemejarían, pues la minusvaloración de la cartera por la salida de D. Francisco parecía inevitable en las circunstancias") ni tampoco el lucro cesante, que son las ganancias que habría obtenido si Paramés continuase en la compañía.
No obstante, cabe recordar que por no dar el preaviso necesario al romper su contrato con Bestinver, el gestor ya abonó 1,8 millones de euros, según apunta la sentencia. “La pericial evidencia que la repentina resolución unilateral decidida por Paramés dañó a Bestinver Gestión, que perdió numerosos clientes y no tuvo tiempo para reorganizar su actividad; hasta el punto de que el denominado ‘efecto Paramés’ fue un hecho notorio divulgado por los medios de comunicación”.
El Supremo revisará el caso
El juez apunta que el contrato de incentivos suscrito con Acciona es un contrato satélite con respecto al que estaba firmado con Bestinver, y entiende que el incumplimiento de 82 días se aplica a ambos contratos.
Por tanto, aunque considera probado que García Paramés incumplió las obligaciones que había asumido con Acciona “al haber resuelto unilateralmente sus compromisos sin observar un plazo de preaviso razonable”, no fija ninguna compensación económica puesto que Acciona no ha acreditado daños reflejos, emergentes y/o lucro cesante.
El juez recuerda que la omisión del preaviso no genera de modo necesario un daño y que cualquier indemnización está subordinada a que se demuestre que la falta de preaviso "causó un daño específico o una agravación que no se habría producido con un plazo prudentemente superior".
Este pronunciamiento se suma a una sentencia del Tribunal Supremo dictada hace casi dos años en la que se obligaba a Bestinver a abonar 13,2 millones de euros a Paramés en concepto de retribución variable tras su salida de la compañía. En un principio, Paramés había exigido 42 millones y una compensación por el periodo de no competencia, aunque esta última petición fue desestimada.
En cualquier caso, el conflicto no acaba aquí. Ambas partes han presentado un recurso ante el Tribunal Supremo que será quien diga la última palabra sobre este asunto. Un portavoz de Paramés explica a este diario que el gestor ha decidido recurrir la sentencia porque en su contrato con Acciona no estaba determinado ningún preaviso y, por tanto, confía en que el alto tribunal revoque la sentencia. Acciona no ha hecho comentarios a esta información.
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