Mikhail Fridman, dueño de la cadena de supermercados DIA, la mayor fortuna de Ucrania, dice sentirse "profundamente decepcionado" por haber sido incluido, junto con su socio Petr Aven, en el Reglamento de Ejecución del Consejo (UE) 2022/336 de 28 de febrero de 2022.
Fridman, o sus empresas en Rusia, ha sido incluido, entre finales de la pasada semana y ayer lunes, en la 'lista negra' de sanciones de la UE por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y también en la lista de sanciones menores de Estados Unidos.
En un comunicado enviado hoy martes, el empresario judío, nacido en la localidad ucraniana de Lvov, en el año 1964, dice estar profundamente conmocionado "por las alegaciones manifiestamente falsas que se hacen en el Reglamento de la UE que pretenden justificar la base sobre la que han sido sancionados".
Espero que las partes implicadas puedan encontrar un camino hacia la paz", dijo Fridman a este diario hace dos semanas
"El Sr. Fridman y el Sr. Aven impugnarán la base espuria e infundada para la imposición de estas sanciones -enérgicamente y a través de todos los medios disponibles para ello - para revertir el daño injustificado e innecesario al medio de vida y a la prosperidad de sus muchos empleados, clientes, socios y partes interesadas y a las empresas que ellos y sus socios han construido en los últimos 25 años".
Hace dos semanas, este diario se puso en contacto con Fridman a través del correo electrónico. «Estoy muy triste por los acontecimientos», dijo. «Está claro que cualquier conflicto sería una tragedia», dice. «Espero sinceramente que las partes implicadas puedan encontrar un camino hacia la paz y una resolución sostenible», añadió.
Es falso que haya "cultivado fuertes lazos" con la administración de Vladimir Putin, asegura Fridman
En concreto, las razones expuestas por el Reglamento europeo para incluir a Fridman en su lista negra por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que Fridman dice ser falsas, son las siguientes:
"Es falso", dice Fridman, que haya "cultivado fuertes lazos" con la administración de Vladimir Putin; se le ha calificado de "alto financiador ruso y facilitador del círculo íntimo de Putin"; "logró adquirir activos estatales a través de conexiones gubernamentales"; la hija mayor de Vladimir Putin dirigió un proyecto de caridad que fue financiado por Alfa Bank; el Sr. Putin recompensó la lealtad de Alfa Group a las autoridades rusas proporcionando ayuda política a los planes de inversión en el extranjero de Alfa Group; el Sr. Fridman y el Sr. Aven han participado en los esfuerzos del Kremlin para levantar las sanciones occidentales emitidas para contrarrestar la política agresiva rusa contra Ucrania; el Sr. Fridman y el Sr. Aven fueron emisarios no oficiales del gobierno ruso; el Sr. Fridman "apoyó activamente material o financieramente y se benefició de los responsables rusos de la anexión de Crimea y la desestabilización de Ucrania, y/o que apoyó acciones o políticas que socavan o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania".
El empresario ucraniano, a quien la revista Forbes le calcula una fortuna de 11.500 millones de dólares, la 177 mayor del mundo, se encuentra en una situación algo comprometida ante el estallido del conflicto bélico, siendo ucraniano, judío, y al frente de corporaciones empresariales y financieras con base en Rusia algunas de ellas.
Fridman aseguró en una entrevista con Vozpópuli que nunca había mantenido una reunión a solas con Vladimir Putin
Fridman ha mantenido en el pasado reuniones con Putin, en presencia de otros empresarios. En una entrevista con Vozpópuli, en 2019, explicó que se trataba de encuentros protocolarios, y que nunca ha mantenido una reunión cara a cara con el Presidente ruso.
"Se trata de falsedades malintencionadas y deliberadas, pura y simplemente, producto de fantasías históricas y teorías conspirativas ideadas por individuos particulares con su propia agenda", dice el comunicado enviado hoy martes por Fridman.
"Es profundamente angustioso para el Sr. Fridman y el Sr. Aven que el Consejo de la UE las acepte y les haya impuesto sanciones sobre la base de alegaciones que incluso con la mínima diligencia se habría demostrado que son falsas", añade. "Lucharán contra esta injusticia con todo su empeño, por ellos mismos y por las decenas de miles de empleados del Reino Unido y de Europa que confían en ellos".
El comunicado termina diciendo que Mikhail Fridman y Petr Aven son "inversores comprometidos a largo plazo en empresas europeas que emplean a decenas de miles de personas en el Reino Unido y en Europa, y siempre han sido totalmente transparentes en lo que respecta a sus operaciones y a su fuente de riqueza. Sancionarlos basándose en rumores malintencionados y desmentidos no tendrá ningún impacto en las acciones de Rusia en Ucrania, porque Petr y Mikhail no tienen ninguna relación financiera o política con el Presidente Putin o el Kremlin".
