El Gobierno de Pedro Sánchez no conseguirá reducir el agujero presupuestario de 30.000 millones que tiene la economía española actualmente -después de cerrar el año pasado con un déficit del 2,5% del PIB-, debido a la ralentización de la economía y a las medidas de gasto anunciadas por el presidente en funciones, han advertido este miércoles los economistas de Funcas.
Ese déficit del 2,5% del PIB se mantendrá hasta el año 2021 y el Gobierno no conseguirá bajarlo hasta entonces, debido al efecto de la ralentización en el crecimiento del PIB, que impedirá que se reduzca ese cociente. Sólo a cierre de diciembre de 2021, el déficit podrá bajar hasta el 2,2% del PIB (es decir, pasar de 30.000 a 26.400 millones de euros).
Así lo han advertido este miércoles los economistas de Funcas, que han revisado a la baja tres décimas su previsión de crecimiento para España hasta el 1,9%, en línea con el pronóstico que presentó la semana pasada el Consejo General de Economistas y una décima por debajo de la revisión del Banco de España.
Esta nueva rebaja se produce seis días antes de que la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, tenga que enviar a Bruselas su nuevo cuadro macroeconómico, en el que podría revisar la previsión oficial de crecimiento del Gobierno -que actualmente se sitúa en el 2,2%- o su previsión de déficit público -en torno al 2%-.
La desaceleración lastra el déficit y la deuda
"La ralentización de la economía va a frenar los progresos que se han hecho en déficit público, para 2020 se prevé un déficit de 2,5% y para 2021 del 2,2%, con lo que la deuda pública apenas desciende en porcentaje de PIB, lo que es realmente preocupante", ha afirmado Carlos Ocaña, director general de Funcas.
La deuda pública cerrará en el 97,1% del PIB este año, según sus previsiones, y se mantendrá en ese umbral en 2020, muy lejos del objetivo del 60% que marca la Comisión Europea para los países que, como España, han conseguido bajar su déficit público por debajo del 3%.
La subida de pensiones los engorda
Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, ha confirmado que Pedro Sánchez se equivocó con su pronóstico de IPC de 2019 con el que revalorizó las pensiones de este año, ya que cerrará el año 2019 en el 0,7%, más de la mitad del 1,6% que uso Sánchez para subir las pensiones, lo que supuso malgastar 800 millones.
Si como avanzó la ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, el Gobierno utiliza la media de IPC de 2019 para subir las pensiones de 2020, algo que el Ejecutivo todavía no ha decidido, Funcas prevé que entonces las pensiones se suban un 0,7% a partir de enero.
Esa medida impactará en el déficit, así como "el incremento pactado del salario del sector público se materializa también y finalmente una actualización de las entregas a cuenta de las comunidades autónomas". "En base a esas hipótesis, se prevé una desaceleración fuerte y acusada, pero no una recesión", ha concluido.
La demanda interna se hunde
Los analistas de Funcas han rebajado su previsión de crecimiento tres décimas sobre todo por el desplome de la demanda interna, que deja de tirar del PIB.
Este año aportará solamente 1,3 puntos al crecimiento (se preveía que contribuyera con 2,4 puntos), pero este desplome se ve compensado por una aportación de 0,6 puntos del saldo exterior, mucho mayor del inicialmente previsto, que era de -0,2.
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