La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) calcula que la economía española crecerá sólo un 0,7% en 2023, la previsión más pesimista arrojada hasta ahora por un servicio de estudios u organismo económico. Esto es más de un punto menos de lo que espera el Gobierno, que rebajó el pasado lunes 3 de octubre al 2,1%.
De hecho, a diferencia del Ejecutivo, que se resiste a hablar de tasas negativas en el horizonte más cercano, el think tank calcula que el Producto Interior Bruto (PIB) experimentará la primera contracción en este cuarto trimestre, al descender un 0,4%, por lo que la economía iniciará el 2023 más debilitada.
Para 2023, Funcas ha revisado a la baja todos los componentes. Destaca el estancamiento del consumo privado, en un contexto de crisis energética y de inflación que lastran la confianza del consumidor pese a la leve recuperación salarial que se vaticina.
Las incertidumbres globales y el deterioro de la economía europea también generarán una fuerte desaceleración de la inversión, de modo que la aportación de la demanda interna al PIB sería tan solo de medio punto (1,5 puntos menos que en la anterior previsión).
De manera similar el motor externo perderá fuerza por el enfriamiento internacional. Sin embargo, como las importaciones se frenan al compás de la demanda interna, la aportación del exterior al crecimiento será todavía ligeramente positiva, llegando a las dos décimas (frente una aportación nula en la anterior previsión).
Todos los organismos tumban la previsión del Gobierno
De esta forma, Funcas se suma a la lista de organismos y servicios de estudios que han revisado a la baja sus previsiones. La primera en hacerlo fue la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el pasado 26 de septiembre, redujo al 1,5% el crecimiento para España.
Por su parte, el Banco de España (BdE) cree que la economía sólo prosperará un 1,4% y la recuperación total de los niveles prepandemia se retrasará todavía más, hasta principios de 2024. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sitúa la recuperación en el mismo trimestre al augurar un crecimiento del 1,5%.
Por su parte, BBVA Research era hasta ahora el más pesimista al esperar que la economía sólo crezca un 1% en 2023 y España entre en recesión técnica este mismo año, con el tercer y cuarto trimestre en negativo.
Finalmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también enmienda las previsiones en las que el Gobierno sostiene los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 con la previsión más pesimista expuesta hasta ahora: la economía española sólo crecerá un 1,2% en 2023.
Inflación elevada y desaceleración del empleo
Más allá del PIB, Funcas ya avanzó hace unos días que la inflación media en España se situará en el 9% este año y en el 4,8% en 2023. El IPC subyacente (menos volátil al excluir los precios de la energía y de los alimentos frescos) cerrará el 2022 en el 5,1% y permanecerá en el 4% en 2023.
En cuanto al mercado laboral, también notará la desaceleración, pero sin revertir la recuperación registrada en los últimos meses. Se prevé la creación de 220.000 empleos netos entre julio de este año y diciembre del que viene, 60.000 menos que durante el primer semestre (en términos desestacionalizados y de equivalente a tiempo completo).
Sin embargo, asegura que este leve crecimiento será suficiente para evitar un fuerte repunte del desempleo similar a lo que ocurrió en recesiones anteriores y la tasa de paro oscilará en torno al 12% hasta finales de 2023.
El déficit público descenderá este año por el juego de los estabilizadores automáticos y de la inflación. Sin embargo, en 2023 apenas se avanzará en la contención de los desequilibrios por el enfriamiento de la economía y la indiciación de las pensiones. Según Funcas, el agujero rondará el 4,4% del PIB en 2023, un valor cercano a su nivel estructural, y la deuda pública se situará en el 112%.
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