El timeline de Alberto Garzón en Twitter es un escaparate en el que caben casi todos los debates menos el más urgente: la subida desmedida del recibo de la luz. Como político, el líder de Izquierda Unida está en su derecho de incitar a los ciudadanos a la reflexión. Pero Garzón es ministro y, como tal, debería concentrarse en la acción. Y más portando la cartera de Consumo en un momento como este, con la factura eléctrica más cara de la historia.
Ya sea por apatía, por desconocimiento o por la falta de atribuciones de su Ministerio, lo cierto es que el ministro apenas ha mostrado empeño. Ni siquiera en las redes sociales. Millones de hogares franceses y alemanes están pagando la mitad que los españoles por los mismos kilovatios. Pero Garzón, quien debería ser el máximo guardián de los derechos de los consumidores, lleva 62 días sin publicar un tuit aludiendo directamente al tarifazo eléctrico. Y eso que el político es un tuitero activo y practicante: tiene 1,1 millones de seguidores y ha publicado 61.500 mensajes en la red social.
Para encontrar una mención a la escalada monumental del recibo hay que remontarse al pasado 9 de junio. A las 20.56 lanzó desde su iPhone el siguiente tuit: "Desde Unidas Podemos estamos preocupados por los precios de los suministros básicos para las familias trabajadoras. Seguimos empujando para todas las medidas que rebajen la factura de la luz: como han pedido los sindicatos y otros actores es necesario adelantar la hora valle".
El comentario generó una enorme polvareda en Twitter (en unos días llegó a acumular más de 9.000 comentarios). Y es que Garzón aparentaba divisar la problemática desde la barrera y no desde el ruedo. De hecho, se posicionaba "desde Unidas Podemos", no desde el Ministerio que lidera. Casi más como miembro de la oposición que del Gobierno. Al ministro le llovieron los 'zascas'. Algunos acertadamente irónicos como el de la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra: "Te veo interpelando al Ministro de Consumo en el próximo pleno de control", le espetó en otro tuit.
Desde aquella desafortunada jornada, Alberto Garzón sólo se ha referido al mercado eléctrico en otra ocasión. Aunque, esta vez, el ministro se limitó a reproducir una reflexión que él mismo había verbalizado en una entrevista en TVE. "Necesitamos una empresa pública de energía para garantizar los suministros a las familias vulnerables, para condicionar el comportamiento de las privadas y para que sus beneficios redunden en el bien común", aseguró el 25 de junio el canal 24 Horas.
Los dos tuits mencionados son una excepción en su perfil tuitero. El ministro ha opinado recientemente sobre asuntos globales, como el cambio climático o la violencia de género; y referentes a algunas tareas de su ministerio, como el control del juego o de la obesidad. Pero abundan los comentarios sobre los temas más variopintos.
Sorprendente demasiado que el ministro 'patrón' de los consumidores, no mueva ni un dedo para abaratar el recibo de la luz. Aunque sea en Twitter
Mientras el precio de la luz crecía y crecía, mientras la inacción del Gobierno se convertía en arma arrojadiza para la oposición, Garzón sacaba tiempo para alabar la iniciativa de la Asociación Española de Juegos de Mesa; para reafirmar la belleza de la Gran Barrera de Coral; o para retuitear un vídeo de Arnold Schwarzenegger donde el fornido actor recomienda comer menos carne y no consumir tanto plástico.
El 22 de julio, el ministro difundió también la instantánea de un pájaro pequeñito. Garzón contaba la historia a sus 'followers': Tras hallarlo en su patio, lo había "resguardado" y llevado a una asociación animalista. "Con las altísimas temperaturas que estamos viviendo muchos pájaros se caen o desorientan", explicaba el ministro en el tuit.
Este y otros mensajes componen un timeline donde sólo resalta una intervención en el Palacio de La Moncloa para anunciar una iniciativa concreta. Fue tras el Consejo de Ministros del pasado 20 de julio, cuando Garzón explicó ante la prensa la nueva normativa de defensa de los consumidores.
El ministro siempre ha tenido ínfimo protagonismo como miembro del Ejecutivo. La corta actividad obedece a la escasez de facultades del Ministerio, creado ad hoc para dar cobijo al ala morada de la coalición, encajado con calzador en la ya de por sí sobredimensionada estructura gubernamental y que choca diariamente con otros departamentos que tienen poder real (como Hacienda o Transición Ecológica).
Aún así, Garzón logró sobrevivir a la crisis que propició Pedro Sánchez el 10 de julio, que se llevó por delante, entre otros, a Carmen Calvo y José Luis Ábalos. Con más tiempo que funciones, el ministro puede dar rienda suelta a sus afición tuitera. Y agitar debates como los peligros del chuletón. O echar una mano a los pájaros desorientados por el calor, que, como cualquier ave, tienen todo el derecho a volar.
También tienen derecho a una vida digna los millones de hogares españoles castigados por la crisis y la pandemia. En estos momentos, según la EPA, hay casi un millón que tiene a todos sus miembros en paro. Por eso sorprendente tanto que el ministro 'patrón' de los consumidores no mueva ni un dedo para abaratar el recibo de la luz. Aunque sea en Twitter.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación