Economía

España convierte a Rusia en su segundo mayor proveedor de gas natural

El 20% del gas que entró en España en junio fue de origen ruso. El principal socio del país en este ámbito sólo superado por Argelia, que asume un 45% de las importaciones

España sigue siendo socio de Rusia en el ámbito energético. Las empresas energéticas y los intermediarios (traders) siguen aprovechando que el gas ruso sigue esquivando las prohibiciones de la Comisión Europea para descargarlo en las terminales de regasificación españolas. En junio, el último mes donde la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) tiene datos, Rusia es el segundo país con más peso en las importaciones de gas de España, sólo superado por Argelia. 

El 20% del gas que entró en España fue de origen ruso. Una tendencia que se mantiene desde el inicio de la invasión de Ucrania. En el mismo mes de 2023, este peso en las importaciones totales se situaba en el 26,8% y, en 2022, año en el que se inició el conflicto bélico, Rusia llegó a superar a Argelia con un porcentaje del 24% aunque Estados Unidos aumentó este año sus exportaciones a España hasta el 29,6% de sus compras totales. 

La Comisión Europea sigue buscando maneras de frenar estas compras, como hizo con el petróleo o el carbón. En 2023, puso en marcha una plataforma conjunta de compras de gas para conectar a vendedores y compradores sin la participación del gas ruso. Pero, en 2024, los niveles de importaciones de este hidrocarburo se mantuvieron altas. 

Y, en mayo de este año, puso en marcha otra alternativa. Bruselas implementó un mecanismo sobre los mercados del gas para que los Estados miembros prohibieran la llegada de metaneros con gas ruso a sus terminales. Algo que no se ha implementado en España, Bélgica y Francia. Es decir, el gas ruso sigue fluyendo por la Unión Europea. “El 80% de las importaciones totales de GNL de Europa desde Rusia en el primer y tercer trimestre de 2023 se entregaron a Bélgica, Francia y España”, denunciaba en octubre la Agencia Internacional de la Energía (AIE). 

España tiene meses en los que estas compras se disparan por encima del 20%, como es el caso de junio. El acumulado anual se sitúa en el 10%, pero depende de las entregas que tienen comprometidas las energéticas. Empresas como Naturgy tienen contratos de suministro a largo plazo, regidos por cláusulas de destino take-or-pay, que obligan a las empresas españolas a recibir el gas ruso. 

Un tipo de contratos que representan menos del 70% de las compras totales de gas ruso. El resto se tratan de compras de gas en el mercado por parte de los traders, no condicionadas a contratos a largo plazo, que aprovechan que España mantiene sus puertas abiertas a este tipo de gas frente a otros puertos en Países Bajos o Reino Unido. 

El gas con origen ruso está en peligro

España, como el resto de países de la Unión Europea, ya trabaja de cara al próximo invierno. Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America, advierte de los riesgos de tensión en los precios y avisa a Europa de la “falsa relajación” que puede proporcionar el alto nivel de inventarios. “Incluso si el almacenamiento alcanza el 100% al final de la temporada, como ocurrió en 2023, varios factores podrían llevar a precios más altos en el invierno 2024/25 que los observados durante el invierno 2023/24. En primer lugar, un invierno normal o más frío de lo normal probablemente llevaría a un aumento sustancial de la demanda de calefacción interanual”, asegura. 

Y lo que suceda entre Rusia y Ucrania volverá a ser clave para este mercado. Su conflicto se intensificó en las últimas semanas cuando las fuerzas ucranianas invadieron Rusia y capturaron la ciudad de Sudzha, que alberga un centro de tránsito clave para los flujos de gas ruso hacia Ucrania y, en última instancia, hacia Europa.

“Los volúmenes de gas que fluyen a través de Sudzha han alcanzado una media anual de 42 millones de metros cúbicos al año, aproximadamente la mitad de los volúmenes registrados en el mismo periodo de 2021”, comenta Francisco Blanch. “El mercado ha estado anticipando que los volúmenes de Sudzha se reducirían a cero en enero de 2025 al expirar los contratos existentes, pero la reciente invasión creó el riesgo de que el cierre se produzca antes”, destaca. 

A Europa aún le faltan más de dos meses para alcanzar su pico de almacenamiento, por lo que cualquier pérdida de volumen provocaría una nueva carrera para abastecerse de gas natural, con Rusia como el segundo máximo proveedor de gas de España. 

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