Uno de los temas más complejos del límite al precio del gas con el que se produce la electricidad es cuánto va a costar. Una pregunta que, a estas alturas, se contesta con un ‘depende’. El precio del gas en los mercados internacionales será el que marque la factura entre el coste real de esta materia prima para los dueños de las centrales y el límite que marcan los gobiernos de España y Portugal.
Las primeras estimaciones que se manejan desde el mercado hablan de un aumento del coste de esta medida de 1.500 millones de cada ‘susto’ en el mercado del gas. Unos ‘sustos’ que se cifran en incrementos de 10 euros/megavatio hora (MWh). Desde el sector consideran este cálculo porque un incremento así supone una subida en la subvención en cada MWh de 18 euros, teniendo en cuenta la eficiencia de un ciclo combinado de gas.
El precio total de la medida que se está considerando son 4.500 millones de euros en su año de vigencia y con precios del mercado que ronden los 80 euros/MWh. Este el coste de limitar el megavatio hora de gas a 40 euros en los primeros seis meses. Y, con una subida de esta tope de cinco euros al mes en esa la última fase, este plan cerrará en mayo de 2023 con un precio de 70 euros. El equipo de Ribera cifra en 50 euros megavatio hora el precio medio con el que se cerrará la vigencia de esta medida.
Los actuales precios del gas se acercan a los 80 euros y las estimaciones para este invierno pueden rondar los 100 euros si la tensión de Europa con Rusia sigue su curso. El problema es como el mercado se descontrole. El peor escenario que plantean los analistas son con precios en el mercado internacional del gas de 200 euros. Un nivel desastroso para la medida del Gobierno, ya que dispararía la factura final para los consumidores hasta cerca de los 22.000 millones de euros con los cálculos que manejan desde el sector.
El problema es que los próximos meses se vivirán con una cotización de esta materia prima cargada de riesgos. El mercado del gas estará condicionado por la carrera de los países por almacenar gas para el próximo invierno y la amenaza de Rusia de cerrar el suministro a Europa.
Limitar el gas para captar el mercado
El plan estrella del Gobierno, en el que lleva trabajando desde finales de marzo, pretende atajar el descontrol de los precios de la luz hasta junio de 2023. El plan, una semana después de su aprobación, es una gran incógnita tanto para los consumidores como para las empresas afectadas.
El objetivo de los gobiernos de España y Portugal con esta medida es aprovechar el aislamiento eléctrico que tienen con Europa para intervenir el mercado mayorista de la electricidad. Esta intervención se realiza con un precio máximo de venta a la electricidad de las centrales que usan gas o carbón en su producción. El Gobierno cambia las reglas del mercado para limitar los costes de las centrales que producen electricidad quemando gas, que son los responsables de los altos precios de luz que llevamos pagando un año.
El descontrol del mercado de esta materia prima a nivel mundial, que ha aumentado con la invasión de Ucrania, es el principal responsable de la inestabilidad insufrible que vive el mercado eléctrico desde abril de 2021. Y esta ha sido la nueva solución de los técnicos del Estado para frenar esta sangría.
Estas centrales son las últimas que entran en el mercado mayorista de la electricidad y marcan el precio del resto de las tecnologías que producen electricidad. Por lo tanto, la receta del equipo que lidera Teresa Ribera ha sido fácil ante un problema complejo: “si capamos el gas, capamos el mercado”. Las dudas están sobre las consecuencias que tendrá esta medida.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación