No se extrañe si baja al bar más cercano y escucha a la gente hablar de la ‘TUR’. O si acude a la reunión de vecinos y la ‘TUR’ monopoliza el debate. Porque la ‘TUR’ está de moda. La Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas, aquella que regula el Gobierno, ha conquistado desde octubre a 700.000 hogares tras la decisión del Ejecutivo de subvencionar el 50% de esta tarifa a cargo de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Los clientes de la tarifa regulada de gas disfrutan desde entonces de un descuento del 50%, mientras que los clientes del mercado libre han pagado lo pactado con su comercializadora. Aunque el descuento de la TUR se paga del bolsillo de todos los consumidores, incluso de los que no tienen gas. Porque saldrá de las arcas del Estado.
Una receta que lleva al mercado libre a ser tildada en el sector ahora como ‘la tarifa de los tontos’ de gas. Una expresión que recuerda a la cita del presidente de Iberdrola en marzo de 2022, Ignacio Sánchez Galán, para referirse a aquellos que seguían pendientes de la volatilidad de la tarifa regulada de electricidad y ser mucho más cara que las ofertas de precio fijo del mercado libre.
Los datos que ofreció el pasado jueves Teresa Ribera apunta que muchos hogares han decidido decir, al igual que aquel eslogan de MediaMarkt, ‘yo no soy tonto’. El mercado regulado cuenta actualmente con 2,3 millones de contratos, lo que supone aumentar en un 50 % el volumen que había en verano de 2022.
Ribera señaló que, al cierre de 2022, la TUR la tenían dos millones de consumidores, por lo tanto, en el primer mes de 2023, un total de 300.000 nuevos hogares han huido del mercado libre. Desde el sector explican que en la comparativa de precios entre facturas con consumos similares ofrecen diferencias de hasta el 100% más barata de la TUR frente al mercado libre.
Según el último análisis de Facua, un usuario con un consumo de 9.600 kilovatios hora (kWh) al año (800 al mes) abona con esta comercializadora una factura mensual de 156,65 euros. Más del doble de los 69,19 euros a los que se reduciría su factura si tuviese la tarifa regulada correspondiente a los hogares con consumos de entre 5.000 y 15.000 kWh al año.
Cuatro veces más que la media
El aumento de consumidores en esta tarifa se sitió desde el primer momento del anuncio del Gobierno en los cuatro operadores que están autorizados por ley para ofrecerla: Naturgy, Iberdrola, Endesa y TotalEnergies. Entre octubre y diciembre, tal y como publicaba Vozpópuli, estas empresas recibieron 250.000 hogares en sus contratos regulados. Una cifra más que relevante si se tiene en cuenta que las ofertas del mercado libre han arañado de media cada año un total de 175.000 clientes a la tarifa regulada de gas durante los 20 años que lleva liberalizado el sector.
Francisco Reynés, presidente de Naturgy, hacia balance el pasado miércoles de la gestión de esta avalancha en su compañía. La compañía, que cuenta con el mayor número de contratos de gas en España, que, desde octubre, había firmado 315.000 contratos nuevos del mercado regulado. “Se lo hemos puesto fácil”, aseguraba Reynés. Si se comparan los datos de Naturgy con los de Teresa Ribera, la gasista habría captado uno de cada tres nuevos contratos de este movimiento.
La subvención al gas empuja a la concentración
La decisión del Gobierno empuja a los consumidores a repartirse entre cuatro empresas las cuatro compañías. Como señalaba este medio en noviembre, los cálculos apuntan a que los 6,5 millones de consumidores que había en el mercado libre antes de la medida decidieran 'no ser tontos' y acudir a la tarifa regulada, Naturgy, Iberdrola, Endesa y TotalEnergies podrían repartirse de manera proporcional 1,6 millones de clientes cada uno del mercado libre.
Pero, con los datos de la CNMC, la concentración ya se produce antes de que suceda este supuesto. Las cuatro empresas concentren cerca del 100% de los contratos de gas en España. De los 6,5 millones de clientes del mercado libre, 5,7 millones están en Naturgy, Iberdrola, Endesa o TotalEnergies. Los 800.000 clientes de empresas como Repsol, Feníe o Factor Energía son los que están en juego. El resto de consumidores, simplemente, están llamando a su misma comercializadora para que cambie su contrato y disfrutar de la TUR.
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