El precio de la luz se sitúa en mínimos de cuatro años y el gas ha pasado la temporada de frío con niveles que no se veían desde 2021. Pero la gasolina no da ese respiro y amenaza con dar otro susto este verano. El precio del petróleo acumula una subida de cerca del 16% este año y, por el momento, y está lejos de encontrar su techo.
Esta escalada del crudo corta la inercia de la lenta caída del precio de los carburantes que se ha vivido desde junio de 2022, meses después del inicio de la guerra en Ucrania. Entonces la gasolina y, sobre todo, el diésel llegaron a superar los 2 euros el litro con el precio del Brent, el barril de referencia europea, en 110 dólares
En abril de 2024, el precio medio del gasóleo en España se sitúa en 1,54 euros el litro y 1,61 euros el de gasolina. El barril de Brent alcanza ya los 90 dólares, desde los 77 dólares con los que arrancaba el año. Y las previsiones apuntan a que la subida seguirá e influirá en el precio de los carburantes.
En este sentido, la gasolina y el gasóleo son derivados del petróleo que refinan los distribuidores en las refinerías. Y el precio del carburante no depende únicamente del precio del crudo, sino también de impuestos, costes de distribución o transporte. Pero los movimientos del precio del petróleo son alertas para el consumidor para anticiparse a lo que sucederá en la estación de servicio.
¿Qué moverá el precio?
Encima de la mesa hay varios factores que aventuran este escenario de subidas del crudo. Para el responsable global de materias primas y derivados de Bank of America Research, Francisco Blanch, se resumen en “bajas existencias de petróleo, los recortes de producción de la OPEP+, las tensiones geopolíticas y el sólido crecimiento económico han invertido las tendencias de los precios del petróleo”. Los futuros del petróleo crudo Brent subieron un 1,5% este jueves para ubicarse en 90,65 dólares el barril, el precio de cierre más alto desde octubre.
“Ahora estimamos que la mejora de la demanda ha contribuido a empujar a los mercados mundiales del petróleo hacia un déficit en el segundo y tercer trimestre de 2025 de aproximadamente 450.000 barriles al día”, asegura el analista de Bank of America Research. El banco estadounidense ha subido sus previsiones del precio del Brent en 2024 hasta los 86 dólares el barril y “vemos que los precios alcanzarán un máximo de unos 95 dólares este verano”, avisa Francisco Blanch.
¿Llevará a la gasolina a niveles de 2022?
Unas expectativas que contrastan, por ejemplo, con la previsión que ofrecía Repsol, el mayor dueño de gasolineras de España, en la presentación de resultados de febrero que situaba el barril de Brent en 2024 en 78,4 dólares. Los analistas de Scope Ratings también esperaban entonces un precio medio del petróleo Brent entre 70 y 80 dólares por barril
Pero marcado por una estabilidad en el mercado. Un hecho que a estas alturas parece prácticamente imposible con la continua escalada del conflicto en Oriente Medio, una región clave para el sector.
Aunque no es el único factor. "Creemos que el último aumento de precios ha sido impulsado por renovadas tensiones geopolíticas en Medio Oriente, pero factores fundamentales como una demanda mejor de lo esperado y una menor producción de petróleo también han ayudado", explicaba Giovanni Staunovo, analista de materias primas del banco suizo UBS en Financial Times.
De ello dependerá el efecto tanto en el precio de los carburantes en España como para el resto de la economía. Un precio del barril en 95 dólares, como apuntan los expertos, podría empujar al alza el precio del litro a niveles que se vivieron en 2022.
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