Incertidumbre se ha convertido en la palabra más pronunciada entre los profesionales de las gasolineras, que desconocen, a falta de un mes, si el Gobierno prorrogará la bonificación de los 20 céntimos por litro y en qué condiciones lo hará. Rumores hay muchos: desde que solo se bonificará a las rentas bajas hasta que se mantendrá entre ciertos sectores profesionales.
Desde el sector temen que se tome una decisión de manera improvisada, de tal forma que no permita a las empresas adaptarse a la situación, tal y como ocurrió el pasado 1 de abril, fecha en la que se introdujo la bonificación. Esto es algo que afecta especialmente a los empresarios minoristas, ya que no cuentan con el poderío informático de las grandes compañías de combustible.
"No sabemos nada de nada", señalan fuentes de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), quien tiene bajo su paraguas a Cepsa, Repsol, BP y GALP. "No tenemos ni la más remota idea de lo que quiere hacer la administración", afirma Nacho Rabadán a Vozpópuli , presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES). Por su parte, Víctor García Nebreda, de la Agrupación Española de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (AEVECAR), se encuentra en la misma situación: "Sabemos lo mismo que cualquiera que lea los periódicos". Otras fuentes del sector se muestran resignados ante la desinformación: "Ojalá lo supiésemos para prepararnos"..
Desde este organismo señalan que no habrá problemas si se mantiene la bonificación actual, pero si el Gobierno decide "hacer algo extraño, como modificar o quitar la bonificación", podría traer problemas a las gasolineras. "No sabemos cuánto nos costaría y si materialmente sería posible", afirma a este diario Rabadán. Unos problemas que se agravarían en caso de decidir algún cambio a última hora. "Nosotros nos enteramos el 30 de marzo con 40 horas de antelación y no fuimos los únicos: la Agencia Tributaria también".
De hecho, Rabadán señala que las administraciones territoriales, que fueron las encargadas de devolver las bonificaciones, "se enteraron incluso después". Este temor es compartido con Víctor García Nebreda, quien asegura que si se lo notifican "otra vez el 30 de diciembre", va a ser complicado aplicar los cambios.
El caos puede estar servido en caso de haber cambios en 2023. El 1 de enero es domingo y el día 2 será festivo en cinco comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León y Murcia. Desde el sector temen que haya cambios que no estén previstos en dos jornadas anómalas, ya que muchos trabajadores están de vacaciones. En caso de ocurrir la misma situación que el pasado 1 de abril, desde el sector prevén un fuerte colapso: "Se está haciendo lo necesario para sembrar el caos".
En el caso de Víctor García Nebreda, se suma el miedo a cómo se aplique el descuento de forma discriminatoria: "En la aplicación práctica es complicado, porque cómo van a hacerlo, ¿repartiendo carnets?". Cree que el proceso tiene que ser "ágil y rápido" porque si no, es probable que "haya que prepararse para tardar dos horas en echar gasolina".
Desde CEEES apuestan por una rebaja fiscal. "Solucionaría todos los problemas", señala. Denuncia que aunque el Gobierno diga que no es posible, ya se ha hecho en otros países. "Portugal rebajó su impuesto especial sobre hidrocarburos el equivalente a reducir de un 21 a un 10% de IVA", pidiendo permiso a la Unión Europea. Los 27 le dijeron que podría "bajarlo incluso por el mínimo exigido siempre y cuando fuese algo acotado en el tiempo". Polonia, por su parte, redujo el IVA de un 21 a un 4%.
El sector de las gasolineras pide la continuidad de la bonificación
Desde el sector de las gasolineras piden que se mantenga la bonificación tal y como se da en las condiciones actuales. Aunque no consideran que sea la solución ideal, ya que ellos promueven una rebaja fiscal, sí creen que es la solución menos mala. Nacho Rabadán señala que nuestro país se vería muy afectado en caso de no renovar la bonificación, ya que "el 77% del combustible que se ha vendido este año ha sido diésel", un producto que está "al mismo precio que el pasado 1 de abril".
Cree que el Gobierno tiene un conflicto de intereses importante en esta cuestión: "No quiere financiar la gasolina o el gasóleo, pero es un gobierno progresista que quiere proteger a las rentas mas bajas, que son quienes utilizan los vehículos mas viejos y contaminantes". Es ahí donde la administración deberá tomar una decisión.
Tanto CEEES como AEVECAR estiman que quitar el descuento repercutirá en las ventas. "A mí me parece que se debería mantener, es una medida que está bien que si se quita, vamos a vender mucho menos". Víctor García señala que las gasolineras aún no "han recuperado las ventas de 2019" aunque reconoce haber vendido más "que sino hubiese descuento". Nacho Rabadán cree que "la demanda caería" porque "las ventas están por debajo incluso con la bonificación", de manera que "si se quita, el consumo se va a notar".
Además, hay que recordar que aunque el Gobierno subsidia con 20 céntimos, ingresa más a través de impuestos de lo que bonifica. El pasado junio, las arcas del Estado ingresaban 41 céntimos más que el año anterior debido a la subida de los precios del combustible, por lo que realmente, el descuento de los 20 céntimos por litro no supone un esfuerzo económico para el país.
"La recaudación es récord", señala Rabadán, a quien no le falta razón. En los últimos meses, se está viviendo un descenso en la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos. Los ingresos de Hacienda en octubre por esta vía retrocedieron un 3,1% frente al mismo mes de 2021, hasta un total de 1.021 millones de euros. No obstante, los ingresos por esta partida en todo el año sigue siendo un 6,7% mayor que en el año anterior y se elevan, entre enero y octubre, a los 10.191 millones de euros.
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