Perfil bajo en el PP ante el anuncio de Nadia Calviño de que va a enviar la adenda del Plan de Recuperación a Bruselas la semana que viene, con lo que comprometerá antes de las elecciones generales los 94.300 millones de euros que España tenía pendiente pedir desde finales del año pasado y dejará sin margen de maniobra al próximo Ejecutivo, que tendrá que asumir los compromisos de inversiones y reformas que cierre ahora el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Se trata de una decisión que ha causado gran malestar y preocupación en el PP, según ha podido constatar Vozpópuli, y que han criticado expertos y juristas a los que ha consultado este periódico.
"Un disparate absoluto, únicamente para su propio interés, un escándalo", son algunos de los calificativos que desde el PP se dedica a una decisión "que nace sin legitimidad ni consenso, que no se ha dialogado", y se va a presentar con las Cámaras disueltas. A esto añaden además que con esta falta de diálogo no se cumple con el Reglamento europeo.
Ni las comunidades autónomas ni los partidos saben nada. "No sabemos a qué nos comprometemos. El nuevo gobierno va a recibir el dictamen de la Comisión nada más constituirse, ya que la Comisión tiene dos meses para analizar la adenda", apuntan.
Preguntados por si la decisión de Calviño es el mal menor ya que el Reglamento obliga a presentar la adenda antes del 31 de agosto y si no se hace se pierde el dinero, fuentes populares interpretan que había flexibilidad por parte de Bruselas y recuerdan que algunos países tardaron en presentar el Plan y se les ofreció margen. Esperan que la Comisión tenga ahora esa flexibilidad para que el próximo gobierno pueda reorientar algunas cuestiones.
Sin embargo, todo este descontento no se ha hecho público, a diferencia del tono crítico que han venido manteniendo hasta ahora los populares con la gestión del Plan de Recuperación.
"Hay que explicarlo bien, no alarmar a la Comisión Europea", trasladan. Es la consigna ante la conexión entre la Comisión Europea de Ursula von der Leyen y el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Tenemos que tener cuidado al transmitir nuestra postura con los fondos. Hay miedo de que en medio de la campaña electoral la Comisión nos meta un rejonazo, que Paolo Gentiloni u otro comisario deslice críticas a lo que propongamos sobre fondos europeos u otras medidas económicas", cuentan otras fuentes populares.
"Tendremos que trabajar la relación con la UE. Lo que quiere la Comisión es relucir y que quede bien su Plan. Pero se les cae la baba con el Gobierno de Pedro Sánchez, son todo facilidades, ya nos hubiera gustado tenerlas en otras épocas", constatan.
"No hay tiempo que perder"
En una entrevista realizada este miércoles, Calviño ha avanzado que enviarán la adenda a Bruselas la próxima semana "para que no se frene el proceso de movilización de los recursos, porque la fecha límite es el 2026 y no hay tiempo que perder. Lo tenemos listo y un Gobierno responsable tiene que seguir impulsando estas iniciativas".
Preguntada por este asunto, la Comisión Europea pone el foco en que España debe presentar la adenda "rápidamente" y mantener el "ritmo en la implementación" del Plan de Recuperación. Fuentes próximas puntualizan que "como regla general, lo que un gobierno puede hacer o no es materia de leyes nacionales y no de la UE".
La fecha límite legal para hacerlo es el 31 de agosto así que, con el adelanto electoral al 23 de julio y las restricciones para aprobar ayudas en la campaña a partir del 7 de julio, no podría haber esperado mucho más, salvo que Bruselas hubiera reformado el Reglamento y hubiera dado más margen para que, ante tal contexto político, fuera el futuro Ejecutivo el que desarrollara el nuevo Plan.
Calviño preparaba la adenda desde principios de 2022 y su primer borrador fue presentado el pasado diciembre, tras sufrir varios retrasos. Alemania, de hecho, presentó definitivamente su adenda en diciembre y fue aprobada en febrero. En las últimas semanas, desde el Ministerio de Asuntos Económicos apuntaban que el documento se remitiría a la Comisión próximamente, pero el adelanto electoral dejó en el aire estos planes.
La adenda al Plan, donde se incluirán nuevas inversiones y reformas, permitirá movilizar 7.700 millones adicionales en transferencias y hasta 84.000 millones en préstamos, además de 2.600 millones para reducir la dependencia energética de Rusia, bajo el paraguas del mecanismo RepowerEU.
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