"España está ubicada geográficamente en una localización perfecta para poder gestionar los mercados que comprende SEMEA. Se sitúa geográficamente en el centro entre Francia e Italia y bien localizada para gestionar países como Portugal, Turquía o norte de África", apuntan a Vozpópuli desde OnRobot. La gigante danesa líder en la fabricación de piezas de engranaje de los llamados robots colaborativos o cobots (robots para la industria de nueva generación), ha elegido a nuestro país, y en concreto, a Barcelona, para gestionar la que será su red comercial en el Sur de Europa, Oriente Medio y África.
"OnRobot ha abierto oficina física en Barcelona y está situada en el Passeig de Garcia Fària, 49. La oficina es comercial, se decidió elegir Barcelona como centro de operaciones para gestionar la red comercial de la región de SEMEA. El desarrollo de producto se lleva a cabo desde los centros de Dinamarca, Budapest y EEUU", explican desde esta compañía que utiliza en "exclusiva" tecnología desarrollada por la NASA para sus piezas de robot.
Según informa la propia firma en su web, la base catalana podría expandirse a tenor de las ventas que consiga, aunque desde la compañía evitan dar mayores precisiones sobre la motivación de su estrategia y sus proyectos en nuestro país.
La de Barcelona es la cuarta base de operaciones europea de la firma, detrás de la danesa, la húngara y la alemana. "OnRobot tiene en Hungría el centro de desarrollo y producción ya que es el país donde estaba originalmente la empresa Optoforce que fue adquirida por OnRobot en 2018. Alemania sin embargo se elige debido a la importancia que este mercado tiene para nosotros ya que es un mercado con un fuerte sector de automoción y un excelente desarrollo del sector de la industria 4.0", apuntan desde la compañía, que tiene ya más de 300 partners en todo el mundo en favor de un negocio que, estiman, supondrá el 35% de todas las ventas de la industria robótica en 2025.
La firma nació en 2015 en Odense, un 'silicon valley' de la robótica en Dinamarca. En 2018, OnRobot adquirió a la húngara OptoForce y la estadounidense Perception Robotics, para luego hacerse con la danesa Purple Robotics. Actualmente la firma, líder en el mercado de herramientas para el "fin de brazo" de robots colaborativos, cuenta con tres centros de producción: uno en Dinamarca, otro en Hungría y otro en EE.UU. Además, dispone de oficinas comerciales distribuidas entre Alemania, China, Malasia y la que será la sede barcelonesa.
Robots para Pymes con tecnología de la NASA
Entre los sectores con los que colaboran aparecen la fabricación de productos electrónicos, cadenas de suministro automotriz, empresas de fabricación de metales y empaquetado. "Las pequeñas y medianas empresas no habían sido capaces hasta ahora de incorporar robots debido al coste elevado de su implantación, sin embargo, van encontrando en los robots unos aliados que les permiten automatizar procesos y reducir costes para hacerlos más efectivos", esgrime el fundador de OnRobot, Enrico Krog.
La empresa apunta a una cartera de 50 productos en dos años. Entre sus herramientas, sobresale la pinza Gecko Grippier, "el primer agarre adhesivo que puede levantar y depositar fácilmente materiales con orificios o piezas porosas", desarrollado a partir de tecnología de la NASA que la danesa usa en exclusiva. La pinza Gecko, reivindican desde la compañía, abre la puerta a la aplicación de la robótica colaborativa en el procesamiento de chapas metálicas o en la fabricación de paneles solares. Ha sido nombrada finalista en la categoría de tecnología robótica aplicada en los Premios Edison 2019, galardón conocido en la industria como "los Óscar de la innovación" que se definirá el próximo 4 de abril en Nueva York.
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