Varios gigantes internacionales de la alimentación como Danone o Heineken han advertido este lunes de inminentes paros en la distribución de sus productos por la huelga de los transportes. La compañía de alimentación Danone ha advertido este martes de que, en un plazo máximo de 24 horas, se verá abocada a interrumpir su actividad en sus cuatro plantas de España de productos lácteos y en las tres de agua mineral natural debido a la huelga de transportistas si no se llega a un acuerdo "inmediato" que ponga fin a los paros.
"De no llegar a un acuerdo en las próximas horas, Danone se verá obligada a tomar la drástica decisión de interrumpir el proceso de recogida de leche y, como consecuencia, el proceso de producción en sus fábricas y posterior traslado de producto terminado a las cadenas de distribución alimentaria", ha asegurado en un comunicado.
La interrupción de este proceso afectará tanto al suministro de agua natural como de productos lácteos en el territorio nacional.
Danone ha tomado esta decisión de parar si no se alcanza un acuerdo casi inminente con los transportistas después de haber hecho "máximos esfuerzos" para lograr mantener la actividad dentro de la normalidad "en un contexto difícil y muy tensionado". "No obstante, la inaudita situación de inestabilidad y el agravamiento de los paros ya están comenzando a afectar al aprovisionamiento de materias primas esenciales para los productos como leche entera o nata", ha apuntado.
La compañía muestra su "profundo malestar" por la situación y espera que se puedan acelerar las negociaciones que lleva a cabo el Gobierno con los transportistas para llegar a un acuerdo "en el mínimo plazo de tiempo posible".
Heineken y Cruzcampo
Por su parte, la cervecera Heineken España también ha manifestado este martes su "gran preocupación" por el impacto que el paro de transportes está ocasionando en sus operaciones, en el negocio de sus clientes de hostelería y de superficies comerciales, y avisa de que podrían quedarse sin servicio sus principales clientes.
En un comunicado, la empresa, que produce marcas como Cruzcampo, sostiene que si la situación se mantiene, se verá imposibilitada a servir sus productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes, "y a aprovisionarse de materias primas, debido a los violentos piquetes que impiden las normales operaciones de la compañía".
Ante esta "compleja situación", la cervecera reclama la implicación de las administraciones públicas "para que se garantice la libertad de movimientos de los transportistas que quieren seguir trabajando, respetando el derecho de aquellos que han decidido adherirse al paro de forma voluntaria".
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