Las grande eléctricas europeas también han querido trasladar a la Comisión Europea su opinión sobre la reforma del mercado eléctrico que se está cociendo en Bruselas. En una carta, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, empresas como Enel, Iberdrola, Engie, E.On, Orsted, RWE o Starkraft han pedido abordar este asunto con cautela, ya que conlleva el riesgo de crear una fragmentación del mercado interior de la energía que repercutiría negativamente en la economía y en la vida cotidiana de las personas.
"La agresión rusa contra Ucrania ha sometido a nuestra economía y a nuestro sistema energético a una presión sin precedentes. Los ciudadanos y las empresas europeas se enfrentan a precios altos y a una inflación elevada", arranca la misiva de las grandes empresas. "Al mismo tiempo, la crisis climática exige que la transición hacia la neutralidad climática se produzca lo más rápidamente posible. Por lo tanto, se necesitan más que nunca inversiones masivas en electricidad y tecnología renovables y bajas en carbono", añaden.
Las empresas avisan a la Comisión Europea del riesgo que se corre con un error ante el nuevo movimiento regulatorio de Estados Unidos. "La Ley de Reducción de la Inflación (IRA), con sus condiciones muy favorables para las inversiones verdes, representa un enorme desafío para la competitividad de la industria de la UE. La respuesta europea debe ser rápida, contundente y centrada en facilitar las condiciones marco para las inversiones en electricidad renovable y baja en carbono y en eficiencia energética", explica su carta.
La reforma es una oportunidad
La reforma del diseño del mercado de la electricidad es una gran oportunidad, según eléctricas como Enel o Iberdrola, para crear las condiciones que fomenten esas inversiones y, al mismo tiempo, aporten beneficios significativos a los consumidores y las industrias europeas.
Las empresas presionan para que esta reforma mejore el marco de contratación de los clientes, garantice la confianza de los inversores para asegurar las inversiones necesarias en tecnologías renovables y de baja emisión de carbono, manteniendo la adecuación, la vinculación sectorial y la seguridad del suministro, así como preservando los beneficios que el mercado interior de la energía ha aportado a la Unión Europea.
Las eléctricas tienen seis peticiones
Lo que quieren las empresas es que el mercado se reforme, pero con prudencia. Sobre todo, que, a diferencia de la propuesta de Teresa Ribera en España, se reduzca la intervención de los estados y se permita un mejor funcionamiento de los propios operadores. Para ello, su carta recoge seis peticiones que expone este medio de forma textual:
1. Tenemos que hacer que el diseño actual del mercado esté preparado para el futuro, preservando las necesarias señales de inversión a largo plazo que protegerán a los consumidores contra la volatilidad de los precios. La reforma debe evaluarse adecuadamente, y se necesita tiempo para debatir y elaborar una propuesta legislativa antes de instar a medidas correctivas estructurales que no darían los resultados esperados.
2. Los consumidores de energía deberían estar mejor protegidos frente a los precios altos y las situaciones de volatilidad extrema si así lo desean. Esto puede lograrse mediante contratos a largo plazo. Los incentivos para los clientes finales y los minoristas deben estar alineados, por ejemplo, alentando/incentivando a los minoristas a vender contratos a largo plazo con una mitigación adecuada en caso de incumplimiento contractual (por ejemplo, tasas de rescisión), al tiempo que se mantiene la libertad de contratación y elección de productos para respetar las diferentes necesidades de los clientes domésticos e industriales.
3. Dado que las inversiones en energías renovables y capacidad con bajas emisiones de carbono son clave, deberían incentivarse los compromisos a largo plazo (PPA, CfD, CRM) para reducir el riesgo de las inversiones y proteger a los clientes finales frente a la volatilidad de los precios. Estos mecanismos deben ser voluntarios y estar bien diseñados para mantener la competencia, fomentar la liquidez del mercado y emitir las señales adecuadas de inversión a largo plazo.
Very constructive dialogue with power sector CEOs today on the ongoing reform of the #ElectricityMarketDesign.
Our public consultation is coming to an end next week & I value very highly the feedback you gave to me on various aspects of the reform. pic.twitter.com/JehUJSl8MC— Kadri Simson (@KadriSimson) February 9, 2023
4. La estabilidad regulatoria y las señales de precios a largo plazo son necesarias para fomentar futuras inversiones. Cualquier esfuerzo de reforma debe centrarse en establecer las señales de inversión adecuadas en el mercado para garantizar las inversiones masivas en energías renovables y bajas en carbono que necesita la UE, sin ningún efecto retroactivo que pueda dar lugar a litigios importantes, como ocurrió con los cambios retroactivos en los regímenes de energías renovables en el pasado. Una combinación energética renovable y baja en carbono es esencial para garantizar la independencia energética y unos precios bajos de la electricidad para la UE.
5. Los mercados a corto plazo son la forma más eficiente de optimizar el uso de las infraestructuras y recursos europeos (generación, demanda/respuesta, interconexiones, etc.). Mejorarlos y aumentar la liquidez del mercado es una medida que no hay que lamentar. Deben llevarse a cabo iniciativas que aumenten la integración del mercado (acoplamiento del mercado diario basado en el flujo, maximización del comercio transfronterizo, participación de la respuesta de la demanda en los mercados) y deben construirse redes que se ajusten a los requisitos de la transición ecológica.
6. La evolución del diseño del mercado debe ser lo suficientemente robusta como para hacer frente a diferentes situaciones. En los últimos años hemos aprendido de diferentes crisis (Covid, Ucrania) que pueden darse varias situaciones de mercado en un corto periodo de tiempo, precios muy altos (2022) así como precios muy bajos (2020). Las medidas excepcionales de emergencia adoptadas por el Consejo en virtud del artículo 122 no deben confundirse con una reforma estructural del mercado. Debe evitarse la tentación de intentar institucionalizar estas intervenciones excepcionales, ya que el resultado ha sido una fragmentación del mercado interior europeo. Lo que necesitamos es un mercado bien diseñado que incluya las herramientas para hacer frente a distintos tipos de crisis (precios muy precios muy altos o muy bajos), ofreciendo una solución europea que garantice la protección de los los consumidores, así como la confianza de los inversores.
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