El Atlético de Madrid se ha cansado de esperar por Vivenio, la socimi de Renta Corporación, y ha pedido nuevas ofertas por los últimos terrenos del Vicente Calderón que quedan en su poder, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes conocedoras de la operación.
El mes pasado, Vivenio realizó una oferta muy competitiva que desbancó a los otros rivales y por la que el acuerdo parecía prácticamente cerrado, según adelantó El Confidencial. Lo que ha sucedido ahora es que la socimi ha adquirido otra cartera por valor de 200 millones de euros y ha provocado el retraso de esta operación.
La intención de la compañía es construir viviendas para ponerlas en alquiler en los más de 28.000 metros cuadrados edificables que tiene este suelo. La venta está valorada en unos 180 millones de euros y se trata de una de las operaciones inmobiliarias más importantes del momento. Además, se trata de la última parcela perteneciente a la familia Gil.
La otra mitad del terreno pertenece al grupo cervecero Mahou, que prefiere ir más lento en la venta de sus parcelas, encargada a Colliers.
Operación Calderón
La Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid aprobó en noviembre de forma definitiva el plan de demolición del antiguo estadio del Atlético de Madrid Vicente Calderón y convertirlo en una gran zona urbanizada con viviendas y usos terciarios a orillas del río Manzanares con una superficie total de 193.804 metros cuadrados en tres fases que en conjunto tardarán dos años y diez meses en ejecutarse.
La primera fase consistirá en la demolición del estadio, excepto la grada situada sobre la M-30, que se tirará una vez organizado el desvío del tráfico. En este primer paso se urbanizará la zona comprendida entre el Paseo de los Pontones, el Paseo Imperial y el Paseo de los Melancólicos, con un presupuesto es de 22,4 millones.
En la segunda fase se reordenará el Paseo de los Melancólicos y la calle Duque de Tovar con un presupuesto de 7,7 millones, mientras que la tercera etapa -de 12 millones- incluye la construcción de un nuevo parque del río, después de que se cubra la Calle-30, cuya estructura ejecutará y financiará el Ayuntamiento de Madrid.
La zona del estadio Vicente Calderón acogerá así un proyecto urbanístico con más zonas verdes, edificios con una media de ocho alturas en lugar de 20, y en el que la principal diferencia sobre el plan proyectado por el anterior gobierno del PP es que la M-30 no se soterrará, sino que se cubrirá. No obstante, en el acuerdo suscrito entre el PP y Ciudadanos para gobernar juntos la ciudad de Madrid se recoge el compromiso de soterrar ese tramo para completar la red de túneles de la M-30.
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