El Gobierno acabará con las cabinas de teléfono, tal y como refleja la nueva ley general de telecomunicaciones que se someterá a audiencia pública.
Se cumple de esta manera con las demandas de Telefónica, compañía obligada hasta la fecha a brindarlo dado que los concursos quedaban desiertos, en un momento de altísima penetración de la telefonía móvil y con las tarifas planas de voz cada vez más extendidas entre los usuarios.
La CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) también ha instado al Gobierno en varias ocasiones a acabar con las tarifas de teléfono, alegando que no se utilizan desde la expansión de la telefonía móvil.
Las cabinas de teléfono se encuentran dentro del llamado Servicio Universal. La CNMC define el Servicio Universal como "el conjunto de servicios cuya prestación se garantiza para todos los usuarios finales con independencia de su localización geográfica, con una calidad determinada y a un precio asequible".
Fin a las cabinas telefónicas
El Servicio Universal contempla, entre otras cosas, "el derecho de conexión a la red telefónica pública desde una ubicación fija que permita el acceso funcional a Internet y al servicio telefónico disponible al público", o también "las tarifas y condiciones especiales para usuarios con discapacidades y con necesidades específicas y la gratuidad de los números de emergencia".
El Gobierno tiene la idea de que el anteproyecto de ley entre en el parlamento a principios del año que viene, tal y como ha explicado el Secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras digitales, Roberto Sánchez, en un encuentro con periodistas.
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