El nuevo Real Decreto Ley que reformará el sistema de la estiba será aprobado por el Gobierno este viernes o, como tarde, el de la próxima semana. Pero lo que es seguro es que, por ahora, no irá acompañado del otro Decreto-Ley que en su día anunció el Ministerio de Fomento, que servirá para recoger la propuesta del mediador en las negociaciones que mantuvo con la patronal y los sindicatos del sector. Este deberá esperar y con él las prometidas consultas a las partes sobre su contenido. Una estrategia que no caerá bien ni en el ámbito empresarial ni en el sindical.
Tras la derogación en el Congreso del anterior Decreto Ley sobre la estiba, aprobado a comienzos de febrero, el Gobierno volvió a la mesa de negociaciones entre las partes que había abandonado con el fin de lograr un acuerdo que facilitara que la reforma saliera adelante. El rechazo del Decreto en el Parlamento había sido justificado por las formaciones políticas por el hecho de que no iba acompañado de la pertinente negociación colectiva ante el nuevo escenario que plantea la normativa.
Las conversaciones concluyeron con una propuesta conjunta de patronal y sindicatos que el Gobierno rechazó al considerarla inviable desde el punto de vista económico. Y con la propuesta definitiva del mediador en las negociaciones (Marcos Peña, presidente del Consejo Económico y Social), que fue inmediatamente aceptada por el Ejecutivo y rechazada en principio por empresas y trabajadores, aunque dejaron una puerta abierta en función de cómo podría articularse desde el punto de vista normativo.
Para dar respuesta a las dudas de la patronal y los sindicatos, el Gobierno anunció que el próximo Real Decreto Ley sobre la reforma de la estiba que aprobara iría acompañado de otro Decreto, que colgaría del primero, y que recogería, de forma íntegra, la propuesta del mediador (que incluye importantes ayudas públicas para facilitar la transición hacia el nuevo sistema). Además, el Ejecutivo se comprometió a remitir el texto a las partes para tratar de conseguir el máximo consenso posible.
Cambio de planes
Sin embargo, la estrategia ha variado. El Gobierno aprobará de forma inminente el Decreto de reforma y tratará de convalidarlo cuanto antes en el Parlamento, con el fin de evitar la inminente multa de los tribunales europeos por no haber ejecutado la sentencia de diciembre de 2014, que obligaba al Reino de España a cambiar el sistema de la estiba por entender que el actual vulneraba los principios de la Unión Europea.
Después, llegará el turno para el Decreto que recogerá la propuesta del mediador, cuyo desarrollo podría demorarse durante tres o cuatro meses, según aseguró este miércoles el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. En ese tiempo, el Gobierno remitirá el texto a la patronal y los sindicatos.
Pero, para entonces, el Real Decreto Ley sobre la reforma de la estiba podría estar incluso convalidado ya por el Parlamento. Precisamente, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, el sindicato mayoritario de los estibadores, denunciaba hace poco menos de un mes que el Gobierno aún no le había remitido texto alguno sobre la reforma de la estiba pese a que el ministro De la Serna lanzaba repetidamente mensajes sobre la inminente aprobación del Decreto.
Estas circunstancias podrían complicar, en principio, la convalidación del Decreto en el Parlamento puesto que podría ser interpretado como un golpe a la negociación colectiva. Incluso, el hecho de que el Gobierno haya optado finalmente por adelantar la aprobación del primer Decreto Ley, aun sin tener listo el otro, hace pensar que el Ejecutivo podría haberse asegurado los apoyos para sacarlo adelante en el Parlamento.
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