El encuentro de este viernes en Bruselas entre los ministros de Energía prometía un choque entre España, Alemania y Francia por la reactivación del MidCat. Un debate que no se ha producido. La interconexión gasista que cruza los Pirineos ha quedado relegada por el anuncio de una alianza energética con Italia, que va tomando fuerza según evoluciona esta crisis energética.
La ministra Teresa Ribera ha explicado a sus colegas europeos que su Gobierno ha activado buques para generar una red con Italia para transportar gas natural licuado (GNL) entre ambos países. Una red que permitiría conectar las regasificadoras españolas de Sagunto, Barcelona y Cartagena con las dos centrales italianas de Toscana y Panigaglia.
Este entendimiento gasístico entre España e Italia se ha potenciado desde las alertas de suministro con el conflicto con Rusia. En mayo, el gestor de transporte de gas italiano Snam y la compañía energética española Enagás firmaron un memorando de entendimiento para el estudio de la viabilidad para construir un gasoducto entre España e Italia. Dos meses después, Enagás anunció una inversión de 1.500 millones de euros en un gasoducto submarino para unir España e Italia. Aunque según sus estimaciones esta infraestructura entrará en funcionamiento en 2028.
Italia es, junto con Alemania, el gran afectado de las grandes economías de la Unión Europea por los cortes de gas de Rusia. El país cuenta con gasoductos con Turquía y Argelia, con sus correspondientes puertos de regasificación. El problema del Gobierno italiano es que es el segundo máximo consumidor de gas de toda Europa.
Gran parte de las compras de gas que realiza se las queda para consumo propio. Y ha encontrado en España un socio para poder compensar el cierre del grifo ruso. Según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), en lo que llevamos de año, España ha aumentado en un 69% las exportaciones de gas a Italia y en verano se ha situado como el segundo mayor cliente español por detrás, precisamente, de Francia.
El Gobierno pide a la UE más interconexión
España quiere, además de explotar su sociedad con Italia, abrir nuevas vías de interconexión con Europa. Ribera ha reclamado en Bruselas un mapa de interconexiones al High Level Group, un think thank de confianza de la Comisión Europea para conocer aquellas infraestructuras que puedan ser reforzadas para llegar en mejores condiciones al otoño e invierno 2023/2024.
Un movimiento que desde el sector se ha interpretado como un guiño hacia el MidCat. La ministra ensalzar ante sus colegas europeos la actuación de su Gobierno importando o facilitando el uso de las interconexiones gasistas existentes, el establecimiento de exportación indirecta de gas natural en forma de electricidad, a países como Francia, para garantizar el suministro y la activación de buques de transporte de una red que conecta España e Italia, entre otras.
El plan de España también pasa por ofrecerse a los países del norte de Europa. Ribera ha dejado claro en la sala del Consejo Europeo que utilizarán la planta regasificadora del Musel (Gijón) para almacenar gas. Una infraestructura que lo pone a disposición de estos países en el caso de "posibles eventualidades" a lo largo de los próximos inviernos.
Diversificación de España
Una oferta a sus socios que pasa por la diversificación de proveedores que cuenta en cartera. España tiene diversificado su suministro de gas por dos vías de entrada: gaseoductos internacionales y gas licuado. Se abastece desde seis gaseoductos internacionales: dos con Argelia (uno de ellos cerrado desde noviembre de 2021), dos con Portugal y dos con Francia.
Además cuenta con seis centrales operativas de regasificación de gas natural licuado (GNL), Portugal añade otra central de regasificación que se puede conectar a su red. "El modelo español de diversificación del suministro de gas le ofrece una situación ventajosa que podría contribuir a reducir la dependencia del gas ruso en un 10% al resto de la Unión Europea. Para ello, es imprescindible la finalización de la construcción del MidCat, un gasoducto que conectaría Francia y España a través de Cataluña", destacaba el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), el think tank en el Ministerio de Defensa, en un informe. Una infraestructura que el Gobierno quiere poner al servicio de Europa.
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