El Gobierno ha dado luz verde este martes el nuevo de código de buenas prácticas para reestructurar los préstamos ICO. Así lo ha comunicado la ministra portavoz, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Los bancos tendrán un mes para adherirse a este nuevo protocolo con el que se pretende dar forma a las reestructuraciones y refinanciación de todos los préstamos avalados por el Estado.
Las empresas y autónomos podrían ampliar hasta diez años los préstamos avalados y el periodo de carencia se amplia dos más. Asimismo, se mantendrá el aval público en los préstamos que se puedan convertir en préstamos participativos.
Para todo esto se ha dotado con 3.000 millones al ICO para financiar los procesos de reestructuración de los préstamos y así poder reducir el importe nominal de la deuda de pymes y autónomos, que a su vez tendrán que dar cuenta de una caída de la facturación para poder optar a estas quitas.
Evitar las provisiones
La banca pretende que el marco de coordinación que se ha presentado este martes para las quitas de la deuda de los préstamos ICO afecte lo menos posible a sus balances. Las entidades financieras quieren provisionar lo menos posible por este motivo y para ello van a buscar la mejor fórmula para evitar la palabra reestructuración y optar más por la refinanciación, según las fuentes consultadas.
Con este matiz, la banca podría evitar tener que reservar más capital por los más de 100.000 millones de euros que han prestado a las pymes en el peor momento de la pandemia para seguir teniendo liquidez. Según Moody's, los bancos españoles tendrían que asumir una pérdidas de 1.300 millones de euros, como máximo, en el caso de que se aprueben quitas para los créditos avalados.
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