El Gobierno, junto con los representantes autonómicos de Galicia y Asturias, presentará un listado de posibles compradores de la fábricas de A Coruña y Avilés de Alcoa. Según apuntan fuentes cercanas al proceso, existen varias candidatos que pueden salvar a la compañía, "aunque hay una alternativa que destaca por encima del resto".
La Administración es la encargada de recopilar todas las propuestas que lleguen por estas fábricas, para después ponerlo en conocimiento de la compañía. El pasado 15 de marzo ya se produjo una primera criba con interesados, sin ofertas vinculantes. En esta ocasión, la Administración presentará a Alcoa un segundo listado de candidatos que han mostrado un mayor en interés en participar en este proceso.
"Existe una comunicación continua entre ambas partes, pero no se puede hablar de encuentros concretos ni de nombres porque existen clausulas de confidencialidad", detallan desde Alcoa a este medio. Aunque, de manera interna, hay varios candidatos que empiezan a sonar con fuerza. Los fondos de inversión Atlas Holding, Sherpa Capital y Quantum han tomado fuerza estos días. También existen posibles socios industriales como BCT Metals, Cunext, Liberty House y Sidenor.
El encuentro se celebrará, previsiblemente, este miércoles. Como detallan fuentes cercanas al proceso, habrá una reunión de los integrantes de la comisión de seguimiento del caso Alcoa. Este grupo, integrado por el gobierno, representantes sindicales y la propia compañía, analizará las opciones que se pongan encima de la mesa para comprar estas fábricas.
Respeto a los empleos
Las condiciones de estas propuestas es que se respeten los empleos existentes en las fábricas, 375 trabajadores en A Coruña y 313 en Avilés, y se proceda a la compra de los centros de producción en su conjunto. La propuesta también puede incluir la compra de las dos fábricas.
Las ofertas no son vinculantes y pueden ser retiradas. La salvación de la producción de aluminio y la plantilla pasa porque la venta se produzca antes del 1 de julio. De lo contrario, se aplicará el despido colectivo pactado en el ERE que afectaría a 350 trabajadores.
Desde febrero, estas dos fábricas de Alcoa tienen apagadas las cubas de electrolisis y su actividad se reduce a la refundición de chatarra para producir aluminio, según detallan desde la compañía. "El objetivo es dejar las cubas en las mejores condiciones para arrancarlas con un nuevo un comprador", detallan fuentes cercanas a la compañía.
El comprador es clave para el corto plazo, pero la compañía reclama una estabilidad a la larga para operar en España. En este sentido, el foco está puesto sobre el nuevo Estatuto del Consumidor Electrointensivo que el Gobierno quiere aprobar el 26 de abril y que promete abaratar el elevado gasto energético que tienen empresas como Alcoa.
La compañía explica que la energía eléctrica supone un 40% de sus costes de producción. "Pedimos tener un coste de energía similar a nuestros competidores. Francia y Alemania pagan entre un 20 y un 30% menos en energía", matizan desde la compañía. Un escenario que, además de Avilés y A Coruña, pone en alerta a su fábrica más moderna como es la de San Ciprián (Lugo), con 1.300 trabajadores directos y 600 a través de empresas auxiliares.
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