El Gobierno ha recibido de la Comisión Europea 9.000 millones de euros en concepto de anticipo del Plan de Recuperación y acaba de obtener el aval preliminar para los 10.000 millones del primer tramo. Esta semana, además, Bruselas ha aprobado el PERTE del automóvil, dotado con 3.000 millones. En los Presupuestos de 2021, ha consignado 24.205 millones de gasto de créditos definitivos. Pues bien, a casi 15 días del final del año, los únicos datos que se conocen de ejecución finalista -que permiten visualizar cuánto dinero ha llegado realmente a las empresas- hablan de 104 millones de euros a finales de agosto.
Los expertos consultados por Vozpópuli estiman que en estos momentos esta cifra puede ascender a cerca de 500 millones de euros. Pero no hay datos oficiales. La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) incorporaba hasta agosto, en el informe Principales Indicadores de la actividad económica y financiera del Estado, un párrafo bajo el título “Transferencias de la UE vinculadas al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR)”, donde se informaba de esos 104 millones. En los informes emitidos sobre septiembre y octubre ya no figura este epígrafe.
Desde Hacienda trasladan que los últimos datos sobre el Plan de Recuperación disponibles a 24 de noviembre son de fondos autorizados por 17.744 millones (un 73,33% del total), con 14.422 millones comprometidos (un 59,6%), y 10.425 millones en obligaciones reconocidas (un 43,1%). Esta última cifra mostraría la ejecución no finalista, que todavía no ha llegado a su destino.
De hecho, desde el Ministerio subrayan que a su juicio lo relevante son los fondos autorizados porque pueden ejecutarse el próximo ejercicio. Es decir, el Gobierno asume que no le va a dar tiempo a implementar los fondos este año y lo fía a al menos autorizar todo lo posible, que lleva al año que viene. Así, de los 24.198 millones se han autorizado cerca de 17.744 millones, por lo que restarían casi 6.500 millones pendientes de autorización en diciembre para tratar de asegurar su ejecución el próximo ejercicio.
Sin embargo, a la pregunta de cuál es la ejecución real, lo que ha llegado a las empresas, se remiten a las obligaciones reconocidas y se escudan en que los datos de la IGAE van con decalaje.
"Comparto que la ejecución no es la adecuada", reconoció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el debate de las enmiendas a la totalidad en el Congreso, aunque aseguró que “la cifra de ejecución está alcanzando velocidad de crucero, que se acelerará en las próximas semanas”. El jueves, también en el debate sobre los vetos, esta vez en el Senado, aseguró que se está duplicando el ritmo de ejecución, que se quiere ir acelerando en los próximos días.
Esta situación ya llevó a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) a elevar sus previsiones de inejecución de los fondos en octubre, cuando aumentó su estimación de algo más del 20% a más del 60%, con lo que preveía que en 2021 llegue a su destinatario un gasto final de unos 9.000 millones. Casi mes y medio más tarde, no hay novedades que permitan mantener de entrada al menos este último cálculo.
Transferencias entre Administraciones
La AIReF explicaba entonces que reducía lo que proyectaba que se ejecute este año por la "escasa realización de gasto finalista del Plan hasta la fecha". El Estado había ejecutado hasta finales de agosto 4.902 millones de euros, en torno al 20% del gasto presupuestado, como créditos definitivos. Sin embargo, la práctica totalidad de este gasto eran transferencias de fondos a organismos de la Administración General del Estado y a las comunidades autónomas para que lleven a cabo su ejecución directamente o a su vez lo transfieran a otras Administraciones. Esta distribución interna no tiene la consideración de gasto en contabilidad nacional, por lo que la Autoridad Fiscal señalaba que habría que esperar a gasto llegue al destino final para su registro, dando lugar también al registro de un ingreso en contabilidad nacional por el mismo importe.
La Airef, con este dato, quiere mostrar el importe exacto de los fondos que han llegado directamente al beneficiario final y para ello utilizan los datos en contabilidad nacional. La razón es que en términos de contabilidad nacional los gastos del MRR sólo se consideran ejecutados cuando llegan a su destino final, esto es, cuando se realiza el gasto finalista. Y los ingresos se registran, paralelamente, a medida que se ejecuta este gasto que se considera finalista. Con esto se logra la neutralidad, en términos de déficit, que rige en el MRR.
Por este motivo, si en contabilidad nacional sólo se han registrado ingresos por importe de 104 millones a agosto, significa que únicamente el gasto que ha llegado a su fin especifico es de 104 millones. Con el resto de los créditos se han realizado transferencias, que todavía son "operaciones financieras" y aún no han llegado a su fin especifico. No hay datos de ingresos de este tipo desde agosto.
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