Las marcas de automóviles siguen desconcertadas ante la lentitud del Gobierno a la hora de activar el plan de ayudas a la compra de automóviles que se aprobó el pasado mes de junio, pero que a día de hoy sigue sin ser efectivo, pues los fondos previstos no se han liberado y la activación del sistema telemático para solicitar las ayudas y poder cobrarlas sigue sin estar activo casi tres meses después de aprobarse, lo que está retrasando en muchos casos la compra de nuevos modelos por parte de los clientes.
En otros casos, está poniendo en una situación comprometida a muchos concesionarios que para cerrar una venta están adelantando la subvención con el riesgo que supone el retraso de la puesta en marcha que, de seguir así, puede llegar a ahogar a muchos de ellos.
Y es que en planes de ayudas a la compra anteriores, los conocidos PIVE, el propio concesionario adelantaba la ayuda del Gobierno al comprador y tramitaba posteriormente su cobro, por lo que el cliente quedaba en cierto modo al margen. Un sistema que en el caso de los nuevos Planes Renove no se ha establecido ante la falta de liquidez en la que se encuentran muchos fabricantes y los propios concesionarios debido a la crisis de la covid-19 y el desplome de las ventas.
Eso sí, las ayudas del Renove pueden solicitarse con carácter retroactivo para compras hechas desde el 15 de junio. De lo que sí han podido beneficiarse ya es del descuento al que se comprometieron los concesionarios, proporcional a la ayuda estatal, salvo en el caso de las ayudas máximas, que será de 1.000 euros.
Por todo ello, las marcas de coches que operan en España están lamentando que los clientes no pueden solicitar las ayudas que les corresponderían por adquirir modelos más eficientes, lo que está retrasando aún más las compras en un año marcado por el parón de la covid-19, y que ha generado que el mercado del automóvil español sea el tercero que más cae en matriculaciones en Europa.
Con un descenso del 40,6%, solo le superan Chipre (del 47,7%) y Portugal (42%), en un momento en el que el mercado español estaba esperanzado con las ayudas, pero que siguen sin llegar. Para el cierre del año Anfac maneja una previsión actualizada de un total de 844.000 turismos, un 33% menos que en 2019, y que en 2021 el mercado crezca un 14%, hasta 965.000 unidades.
Dos años sin opción a venta
Y cuando aún sigue sin estar operativo el plan de ayudas, el BOE ha publicado una modificación referente al Plan Renove, por la que los usuarios que se beneficien de las ayudas no podrán vender el vehículo en los dos años siguientes a su compra. Detalla que de los 250 millones de euros del plan, 38 millones serán para empresas y 212 para particulares y entidades sin ánimo de lucro.
Esta modificación del Plan Renove, que fue aprobado en un real decreto-ley de 3 de julio, ha sido incluida en el real decreto-ley que regula el teletrabajo, que este pasado miércoles publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE). Según recoge la nueva normativa, el beneficiario de la ayuda deberá mantener la titularidad del vehículo y su matriculación en España al menos durante dos años desde el momento de la concesión de la subvención.
En el caso de las operaciones de renting, establece que el contrato de arrendamiento deberá establecer una duración mínima de dos años desde la fecha de su entrada en vigor y su formalización tendrá fecha igual o posterior al 15 de junio.
Para la gestión de las subvenciones podrán intervenir una o varias entidades colaboradoras -entidades públicas empresariales y las sociedades mercantiles estatales-, que entregarán y distribuirán los fondos presupuestarios de los pagos a los beneficiarios. Los pagos se realizarán mediante transferencia bancaria.
La financiación del crédito extraordinario del Renove se realizará de conformidad con lo dispuesto en los Presupuestos Generales del Estado para 2018 y los remanentes de crédito podrán ser incorporados a los créditos de 2021, añade el texto. El plan contempla ayudas públicas de entre 300 y 4.000 euros en función de la eficiencia del vehículo, además de 500 euros adicionales para casos de movilidad reducida, rentas bajas o si el coche que se entrega para achatarramiento tiene más de 20 años, y para optar a la ayuda hay que entregar un coche de, al menos, 10 años.
El programa finalizará el 31 de diciembre o cuando se agote el crédito habilitado y, según estimaciones del Ejecutivo, tendrá un impacto económico de 1.104 millones de euros en toda la cadena de valor del automóvil y contribuirá al mantenimiento de 7.400 empleos en el sector.
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